El gato con botas apareció de un salto en la terraza del balneario, convencido de que su aterrizaje sorpresivo cautivaría a todos los presentes. No logró, sin embargo, más que miradas de reproche por parte del perro con piercing, el canario con mechas, el burro con chaqueta y el cerdo vietnamita con calzones de Calvin Klein.
En esta época del año, las mascotas en Saint-Moritz involucionan con sus amos.
En esta época del año, las mascotas en Saint-Moritz involucionan con sus amos.
¡Oh vaya, qué crueldad convertir el don de el gato en puro esnobismo!
ResponderEliminarMe hiciste reír, pero no sólo. Voy a revisar el vestuario de mi perro.
Un abrazo.
yo tendré que vigilar a mi gata... no se me vaya a convertir en la gatita presumida para conquistgar a tu gato.
ResponderEliminarCuriosa revisión del cuento :P
ResponderEliminarOriginal, me gustó.
ResponderEliminarUn saludo indio
Jaja, muy bueno...
ResponderEliminarUn saludo
¡Pero cómo me gusta la reconversión de cuentos clásicos! Buenísima la idea. Me he reído con lo del cerdo vietnamita y los calzoncillos Calvin Klein... Jo, el cuento de "El gato con botas" me recuerda una colección de cuentos ilustrada que tenía y que creo que mi madre terminó regalando, porque no anda por casa... Con lo que me molaba la historia del minino del Marqués de Carabás...
ResponderEliminarUn saludo!