La mujer que había dentro de mí tenía los ojos color avellana. Casi seguro. Y tuvo un cuerpo atractivo. Tal vez no fuera espectacular, pero era bonita. Creo.
Sonreía a los hombres tranquilos y miraba atenta a los bebés, encandilada. Eso recuerdo.
La mujer que había dentro de mí, se ahogó hace ya tiempo en un cubo lleno de un líquido viscoso que olía a miedo y prejuicio.
Hace más de cuarenta años que mi esposa me mira como si entendiera. Tal vez vivía un hombre dentro de ella. Tal vez él sonreía a las mujeres tranquilas. Fue un hombre guapo. Casi seguro.
Sonreía a los hombres tranquilos y miraba atenta a los bebés, encandilada. Eso recuerdo.
La mujer que había dentro de mí, se ahogó hace ya tiempo en un cubo lleno de un líquido viscoso que olía a miedo y prejuicio.
Hace más de cuarenta años que mi esposa me mira como si entendiera. Tal vez vivía un hombre dentro de ella. Tal vez él sonreía a las mujeres tranquilas. Fue un hombre guapo. Casi seguro.
Es profundo, ingenioso, bien expresado. La verdad es que me ha encantado. Gracias por pasar por mi blog y por tus comentarios. Voy a darme una vueltecita por otras de tus entradas.
ResponderEliminar¿Tiene el título algo que ver con el libro de JJ Mllás, Laura y Julio?
Es genial este micro. Esa forma dubitativa de expresarlo le da una veracidad extraordinaria. Bien, bien, bien. Me ha encantado.
ResponderEliminar"...tenía los ojos color avellana. Casi seguro"
Un abrazo
Maestro, me cuesta leer el cuentito, esa primera oración me distrae mucho; es que, aunque esté tildado el "tenía", me es imposible abstraerme de la imagen que evoca si uno lee sin tilde. Le sugiero que le cambie la construcción a esa oración.
ResponderEliminarSalú pue.
Brillante observación, querido Johan.
ResponderEliminarCuando lo escribí, lo consideré un interesante ejercicio de introspección, pero procuré profundizar en la mente, donde subyacen los sentimientos, y no en la tripa, donde nadan las lombrices.
En todo caso, tanto a la oración como a la tenia, o incluso a la mujer, habría que sacarles los ojos, pues si eliminamos la tilde como sugieres, quedaría “La mujer que habita dentro de mi tenia” y los ojos sobran. Y sobran, es verdad, pues la lombriz, si es mía, está en mi tripa, y es ciega; y la mujer, si está en la tripa de la tenia, debería tener los ojos cerrados, pues ni le valen, ni le conviene abrirlos, ya que es posible que dentro de la misma tenia haya otra mucha gente a la que ella no quiere ni ver.
Isabel y Jesús: Muchas gracias por la visita.
ResponderEliminarCuando lo escribí estaba leyendo el libro de Millás, y quise hacer un juego con el título, que en realidad no va a ningún lado.
Un saludo.
P.