jueves, 16 de febrero de 2012

viernes, 10 de febrero de 2012

Peluche

En el arcén de la autopista el hombre sostiene un peluche ensangrentado. Mira al cielo con pinta de querer subir. Con pinta de querer subir y partirle la cara a alguien.

jueves, 2 de febrero de 2012

Eugenesia






Abro la ventana.
Sí, ahí está. Oigo la flauta.
Viene el afilador.
Rebusco en la cocina y elijo el cuchillo largo, el de cachas de madera. El mango está mellado cerca del filo, y allí reposa el pulgar, la cadera del pulgar. Acaricio la muesca con el dedo. Y la muesca responde con la sólida aspereza de un roto en un cuchillo.
Viene el afilador. Todos corremos ahora escaleras abajo. Oigo la flauta. Oigo el ruido de un millón de pasos. Sólo los locos quieren llegar primero. Sólo los torpes y los suicidas llegan segundo, tercero, cuarto... Y el resto, los sumisos, esperamos en la fila.
El afilador lleva un sombrero de dios y una sonrisa del diablo. Conoce su trabajo. Sus dedos cicatrizados se dejan querer por ese infierno entre filo y piedra. Hace su labor y se va. No se detiene a mirar cómo el primero comprueba el filo con el segundo, con el tercero, con el cuarto.