Dicen las noticias que han encontrado en Haifa unos antiguos manuscritos. En ellos se afirma que el arca de Noé, antes de encallar en el Ararat, chocó con una embarcación menor, que finalmente zozobró. A bordo, según se lee, viajaban entre nueve y quince parejas de humanos de varias razas. Pilotaba la nave un quetzalcóatl, que los iba a salvar de la extinción.
Me faltan referencias pero intuyo que has hecho una mezcla de "leyendas míticas".
ResponderEliminarUn abrazo, Gabriel.
Extraordinaria fusión de elementos mitológicos provenientes de diferentes culturas. Es un micro tan sencillo en apariencia y tan profundo a la que escarbas la primera capa. Se podría leer, por ejemplo, como una reformulación del mito de la torre de Babel, mucho más amable que el mito de tradición judeocristiana, que, como gran parte de los episodios del Antiguo Testamento, construyen su voluntad ejemplarizante en torno a las demostraciones de fuerza de la justicia punitiva de Dios.
ResponderEliminarPero más allá del rollo que me he sacado de la manga, hay un detalle soberbio: de qué manera tan sutil y elegante se desvincula el linaje de Noé del de la verdadera raza humana.
Repito: fabuloso micro.
Enhorabuena y felices fiestas.
Visto lo visto, igual debió haber elegido otra especie a la que salvar. Buena adaptación.
ResponderEliminarAtención humanos, parece que estamos equivocando el origen de nuestro linage porque ...zozobrar es una cosa, morirse todos ahogados otra. Aun teniendo en cuenta que la expresión 'que los iba a salvar' deja entender que no se salvaron, si 'aquél por quien vivimos' no tiene un nombre de origen judaico, será que los humanos que sobrevivieron y de los cuales descendemos son los que se salvaron del barco piloteado por una serpiente emplumada.
ResponderEliminarGabriel, deseo pedirte dos cosas, primero que perdones esta cháchara y segundo que me comentes por qué son 'entre nueve y quince' las parejas.
Uf que me puse pesada!
Un beso
Este texto tiene muchas incógnitas, esquirlas, puntos de fuga. Por eso es tan atractivo y funciona en la primera lectura aunque uno no sepa mitología. Me encantan las historias que escarban en los mitos para ofrecernos una explicación mágica de un hecho real. Felicitaciones, Gabriel.
ResponderEliminarAbrazos.
A mi también me ha gustado mucho esta amalgama mitológica, y también me crea mucha curiosidad el tema del número de parejas salvadas. Besos.
ResponderEliminarA diferencia del anterior, este micro sí arrastra un fondo. Por eso la nave hundida es menor, por eso se hundió... Primero pensé que la nave debía pilotarla un dodo, creando la paradoja de que el símbolo del animal extinto fuera quien quisiera salvar a la especie humana. Luego, no sé por qué, pensé en el quetzal, manteniendo la paradoja de que el animal salve al humano. Finalmente, buscando información sobre el quetzal, encontré al Quetzalcóatl, dios presente en las culturas (según he leído) olmeca, tolteca, maya y azteca. Vi, también, que uno de los nombres del dios era "Ipalnemoani", o "Aquél por quien vivimos"; así que decidí quedármelo de salvador. La gracia está en no saber si realmente se salvan, en saber que es un dios maya serpiente emplumada el que quiere salvar la especie humana, mientras que en el arca de Noé es al contrario.
ResponderEliminarEntre nueve y quince parejas (no necesariamente cada una de una raza) es un número a partir del cual parece plausible una repoblación, pero no es un número realmente específico, ni siquiera después de haber buscado si existe un número exacto de razas humanas (menos mal).
Me pareció necesario este macroinciso.
Gracias
Gracias a vos Gabriel, realmente me encanta este micro
ResponderEliminarUna idea buenísima Gabriel, y muy bien resuelta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Querido Gabriel, entre los comentarios realizados y tu macroinciso no queda mucho que agregar, pero tras unas semanas ausente me niego a irme sin dejar huella así que aquí estoy. Y para dar fe que, a los vascos, raza entre las razas, es más que probable que no nos salvara nadie porque, entre nosotros y sin que nadie se entere, ni Noé ni el quetzalcóatl supieron discernir si los vascos éramos humano o animal. Y aquí estamos sin embargo.
ResponderEliminarUn abrazo muy grande y feliz año.
El arca de Noé, la gran barca, chocando y arrasando a la menor (el pez grande se come al chico) nos deja sin la posibilidad de conocer esas parejas de humanos de varias razas. Un buen micro que abre la incógnita sobre cuantas especies se habrán quedado en el camino sin que nada dé cuenta del hecho.
ResponderEliminarMe gustó mucho.
Besos, mil.
De la habilidad de una persona para mirar cualquier cosa y verle la arista literaria.
ResponderEliminarGracias, Gabriel, por mirar así.
Abrazos,
PABLO GONZ
PD.: Ahora voy a leer los comentarios.
Suscribo lo dicho por Pablo Gonz, de pe a pa. Tienes la "mirada", sabes encontrar una historia en cualquier parte. Como amante de las mitologías de todo el mundo me ha resultado un placer leer este micro.
ResponderEliminarFELIZ AÑO!
Un abrazo Gab!!
¡Estás como una chota! ja ja Gabriel, lo de 9 a 15 parejas es una pasada, zozobrando todas ellas, me he reído aunque no fuera tu objetivo, en fin, que veo que lo publicaste el día de los inocentes, un día especial para mí ;-)
ResponderEliminarTodo esto desde el cariño, y la complicidad.
Bea
Tor, tienes razón, tal vez debí ser más claro con lo del dios maya. Aprenderé del error.
ResponderEliminarIván, me alegro de que te haya gustado. Y me alegro de que te parezca un buen detalle quitarle el monopolio al linaje de Noé.
Araceli, esa es una gran incógnita. Es posible que en el viaje, el Quetzalcóatl se echara las manos a la cabeza varias veces, escuchando a esa gente sin plumas.
Patricia, sería bonito que hubiera una duda ancestral, una discusión, varias arcas, un derecho a réplica de los pueblos que tal vez guardaron sus historias en armarios que se incendiaron...
Agus, la mitología es mi asignatura pendiente, un saco enorme lleno de sorpresas. El año que viene me pondré a aprender. Se admiten recomendaciones.
Maite, gracias. Ya viste que lo de las parejas no tenía una explicación muy seria.
David, gracias, un honor.
Jesus, mil veces bienvenido. Es probable que si a Lineo le hubiera tocado clasificarnos, los vascos seríamos una especie aparte. Mitad bestia, mitad humano; algo entre Gary Cooper y el Basajaun.
Lola, un montón de especies que no hemos conocido. Y tal vez un montón de razas. Al final hemos sobrevivido los depredadores.
Pablo, comentarios como el tuyo son un gran soporte. Miles de muchas gracias.
Ro, lo mismo que a Pablo, un honor que me leas.
Bea, me alegro de que lo leyeras con humor. Hace poco alguien me dijo que se alegraba, al conocerme, de ver que era bastante normal, porque la verdad es que leyéndome...
Quisiera agradeceros a todos los que habéis pasado por aquí en uno u otro momento, el haberos molestado en dedicar un rato de vuestro tiempo a leer mis pequeñas grandes tonterías, mis experimentos y mis desahogos. Gracias a todos vuestros comentarios he ido aprendiendo más que un taller, con más entusiasmo, con más diversión.
Así que, para todos vosotros, escritores a los que leo, un abrazo de cuerpo entero, pausa, breve distancia, mirada agradecida y otro abrazo al borde del neumotórax.
Y feliz año.
Gabriel.
Al final la Humanidad se repite en sus leyendas religiosas sin quererlo, como los autores a veces con sus textos. Buen mestizaje de textos. Un abrazo.
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