Damián tiró de un cordón que encontró en la playa, y Marte comenzó a precipitarse hacia La Tierra. Expertos investigadores analizaron el suceso. Ni siquiera ellos sabían que aquel cordón unía ambos planetas. Calcularon el tiempo exacto hasta el fatal impacto. Fueron tres días eternos, de despedidas, lloros y excesos. Hasta que dijeron que la cosa iba bien, que al parecer alguien equilibró Marte tirando del cordón que lo une con Júpiter.
domingo, 9 de enero de 2011
Teoría de cuerdas
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Qué bueno, me gustó mucho!
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué bien realizas ese doble juego entre la literalidad de la palabra "cuerda" y el valor simbólico que adquiere la misma en la denominación de esa teoría física.
ResponderEliminarAdemás, el relato tiene un tono distanciado, irónico, que induce a la desdramatización casi irrisoria de un momento límite. Incluso intuyo cierta mordacidad en el relato que a mí me parece que apunta directamente a la teoría de marras. Pero eso ya son cuestiones mías.
Me ha gustado mucho.
Abrazos.
Es una pasada leer estas cosas, de verdad, me maravilla tu capacidad de crear historias tan creíbles y a la vez tan irónicas o yo qué sé.
ResponderEliminarMicrorrelatos muy inteligentes los tuyos, sublimes leí por ahí.
Besos
Gabriel, este micro me encanta.
ResponderEliminarLa cuerda entre lo dramático e hilarante está en equilibrio perfecto.
Genial, Gabriel. Detrás de esa historia fantástica y surrealista nos estás hablando de la fragilidad. De la frágil armonía que rige el universo y nuestra propia vida. Una fragilidad que hasta un niño puede quebrar estirando de una simple cuerda. La sensación de vértigo es enorme, en este caso inasible. Enhorabuena, excelente texto.
ResponderEliminarAbrazos.
Sensacional, Gabriel, qué bueno!! Eliges cierto tono periodístico que le da una especie de realidad, de noticia sensacional al relato, una especie de descubrimiento genial entre dos mundos, un eje, un equilibrio descubierto por casualidad, como se hacen los grandes descubrimientos. Mi aplauso y admiración, las dos cosas en el mismo pack, te las dejo aquí, junto a mi abrazo.
ResponderEliminarComo siempre hay que aplaudir tu imaginación. También, a lo que dice Agus de fragilidad, yo añadiría equilibrio. Parece desprenderse un estado de cosas donde todo se manifiesta en un frágil equilibrio en el que cualquier cosa puede afectar al orden, pero que, a pesar de ello, al final, siempre se mantiene.
ResponderEliminarMuy bueno, Gabriel. Me gustó mucho.
Una de las habilidades necesarias en este oficio es contar lo que la historia pide que se cuente. Sin duda, alguien tenía que tirar de Marte desde Jupiter. Tú supiste verlo. Gracias por este estupendo relato.
ResponderEliminarAbrazos,
PABLO GONZ
Desventajas de llegar tarde, ya está todo dicho.
ResponderEliminarVentajas de llegar tarde, leer los comentarios,jugosísimos, de mis predecesores en la lectura.
Y qué mejor elogio para un microrrelato que la capacidad de generar lecturas tan variadas e interesantes.
Chapeau.
Plas plas plas. Me gustó la originalidad, la sencillez con que explicas algo tan difícil como es el equilibrio del universo... fantástica la teoría de las cuerdas.
ResponderEliminarMe lo voy a llevar a mis favoritos, con tu permiso.
Un saludo indio
Nombrar el Universo, con sus planetas, satélites, galaxias y leyes que rigen el movimiento, y es darme vueltas la cabeza. Inabarcable, infinito, o no, pero tu micro sí que lo abarco, aunque sea apenas con la punta de los dedos.
ResponderEliminarMuy bueno.
Besos volados.
Belén, muchas gracias, muy amable.
ResponderEliminarIván, supongo que tiene que ver con el concepto de cuerda, y con los tamaños decrecientes de cordón, hilo... Se me hizo raro pensar que un electrón podría no ser una partícula mínima, sino una cuerda menor que mínima. El tono irónico me hizo falta para marcar bien las distancias con las películas apocalípticas. Mil gracias y abrazos recíprocos.
Anita, se agradecen mucho las exageraciones bienintencionadas. En este caso no sabría decirte qué fue lo que me trajo a la mente a un hombre tirando de una cuerda. Besos también.
Patricia, este tipo de equilibrios son interesantes si no llegan a lo banal, no sea que empiecen a chocar las cosas...
Agus, probablemente el equilibrio del universo es algo más sólido que todo eso, pero tendría su gracia que alguien encontrara eso que no hay que tocar.
Maite, la serendipia es un concepto genial, pero requiere de una humildad que no es muy frecuente. Abrazos patateros.
Alberto, cierto, equilibrio, por eso debe ser compensado. Abrazos.
Pablo, tú sí que supiste verlo. Pensaba que nadie iba a nombrar a la mano que estira desde Júpiter. O el tentáculo, o pseudópodo.
Abrazos de vuelta.
Elisa, qué razón tienes. A veces sorprende ver todo lo que se ha incluido inconsciente o automáticamente en un micro, y que los otros consiguen desgranar. Y todo lo que los otros intuyen a través de lecturas diferentes a partir de un texto que no pretendía tanto.
Gracias por venir.
David, mil gracias por los elogios. Un enorme placer colarme en tu selección. Saludo indio de vuelta.
Lola, muchas gracias. Que no te dé vueltas la cabeza. Las pretensiones del micro eran bien finitas.
Muchas gracias a todos.
Saludos
Gabriel
Qué bueno, Gabriel, qué fantásticas resultan a veces las soluciones más sencillas. Porque nos podrán contar leyes de la gravedad y mandangas, para mí la magia y la ciencia están a parecido nivel en cuanto a incomprensibles, que a mí me resulta muy creíble tu teoría de cuerdas.
ResponderEliminarGran imaginación, fino sentido del humor.
Un abrazo.
Como dice Jesus, lo más sencillo muchas veces es lo más efectivo, una cuerda en una playa, va alguien, tira de ella, y cambia todo en el Universo, como el efecto mariposa. Por cierto, un título muy apropiado. Saludos.
ResponderEliminarMe quito el sombrero Gabriel. Me encanta, me encanta y me encanta. Si no te parece mal lo añado a la microteca, que en nada pasará a llamarse "Propílogoteca"...
ResponderEliminarUn abrazo
:)
Muy bueno, Gabriel, mágico. En la misma línea de Extirpación del egocentrismo.
ResponderEliminarUn abrazo.
jaja buen giro al final: una doble noticia buena (la segunda podría ser que al final confirmaron la viad en otro planeta)
ResponderEliminarun abrazo
Gracias, Jesus. Convertir algo complejo en algo sencillo siempre es un ejercicio entretenido.
ResponderEliminarGracias, Manu. Quién sabe si no estamos todo el día pisando resortes, empujando palancas...
Marina, sigues exagerando, pero se agradece mucho, porque a veces también das tirones de orejas.
David, tienes razón. Tal vez esté en esa línea. La veo un poco peligrosa para mi gusto, porque anda entre lo infantil y lo simplista, aunque tiene cierto atractivo. Nos vemos pronto.
Baizabal, bienvenido. Te tenía perdido. Aprovecho para retomar la luz propia. Saludos.
Je, je
ResponderEliminar¿Y como supieron que la caída de Marte fue provocada por el tirón del niño?
Muy ingenioso, Gabriel.