Mi cama está sobre un dragón. No es que haya un dragón bajo mi cama. Si observan el tamaño del dragón, verán que la cama está sobre el dragón.
El dragón se puso la cama encima para esconderse de mi hermana, que una vez le tiró de la cola y llamó al British Museum para que vinieran a verlo.
Jattery Tippleby vino desde Londres a ver el dragón, y el dragón se lo comió.
Todavía, a veces, el móvil del señor Tippleby suena dentro del dragón; y yo me despierto de madrugada tarareando God Save The Queen.
Verdaderamente surrealista. Es la historia de un dragón canibal.
ResponderEliminarMuy bueno, Gab.
Uff, esta vez has llegado a lo sublime. Los amigos ilustradores de Marina deberían estar haciendo cola para hacer las ilustraciones este micro. Me lo imagino como un álbum, con una ilustración para la cama sobre el dragón, otra con la hermana tirando de la cola, otra con el atildado señor Tippleby... A falta de profesionales, los niños también hacen cosas muy apañadas, pero me temo que los tuyos son todavía un poco pequeños.
ResponderEliminarEn la última página o viñeta estaríamos tus lectores, quitándonos el sombrero.
GENIAL. Simplemente genial. Micro de autor. Algo así como la mano de Dios.
ResponderEliminarFelicidades, Gabriel.
Abrazos.
A veces, Gabriel, tienes unos toques Monty Phyton absolutamente geniales.
ResponderEliminarEs tremendamente divertido, lo malo es que, ahora que ya no me río, lo voy a leer otra vez. Si no me devora, tal vez vuelva a decirte lo que encontré.
Un abrazo.
Sí, muy british. Encantado de volver a leerte en este registro. Aunque a mí me gustan todos tus registros.
ResponderEliminarAbrazos propilógicos,
PABLO GONZ
Muy bueno.También hubiera servido el el God save the Queen de los Clash para ambientar.
ResponderEliminarTiene que ser durísimo escuchar el Dios salve a la reina. Para matar al dragón, vamos.
ResponderEliminarBesos nocturnos.
British power! Muy divertido Gabriel, y la frase de inicio es simplemente genial :)
ResponderEliminarUy, leyendo el comentario de Lola te diré que el último ilustrador que me regaló un dibujo tenía una serie muy chula sobre dragones...jijijiji.
Gabriel, no es porque tus historias estén extraordinariamente bien escritas, que lo están: tus argumentos me fascinan, me alegran la vida de tanto que me gustan.
ResponderEliminarGracias por escribir
Un beso grande.
Exquisito. Tiene un ritmo muy singular este microrrelato, genial por completo.
ResponderEliminarUn abrazo
Genial. me gusta desde la primera palabra a la última. Las dos primeras frases son realmente redondas y el final... ¡qué decir!!! creo que he escuchado el móvil jeje Felicidades
ResponderEliminarGabriel, has escrito uno de esos micros que te generan una imagen tan potente en la mente que no se te va en todo el día. Voy a tener al dragón con la cama encima durante toda la jornada.
ResponderEliminarBuenísimo, buenísimo, qué bueno!! Me ha gustado mucho, supongo que se nota. Esa primera descripción de la situación indicando que no está el dragón bajo la cama si no a la inversa, ya es una imagen potentísima. El temor del animal ante la hermana, sin perder su idiosincrasia de animal salvaje comiéndose al hombre, y el finalizar con algo tan surrealista que en tu relato parece natural, esa canción sonando en el móvil... Fantástico, Gabriel. De 10 no, de 12, este micro. Abrazos.
ResponderEliminarDivertidísimo, Gabriel!
ResponderEliminarUn abrazo y un aplauso.
Me puedo imaginar como se te ocurrió este micro...
ResponderEliminarEn todo caso, tu mirada derrocha imaginación, me encanta leerte, me encanta tu estilo.
Abrazos a pares
Realmente alucinante el micro. surrealista y preciosista. me gustó!
ResponderEliminarGracias a todos. Tengo que reconocer que yo también lloré de risa, sobre todo al ponerle la música. No sé cómo salió la idea del dragón, pero el micro tomó forma al preguntarme mi hermana por micros para niños.
ResponderEliminarLo de la ilustración no es mala idea. Yo me imagino al típico dragón tripón, de los que duermen boca arriba.
También pensé en otra versión de God Save the Queen, la de Sex Pistols, pero ésta me pareció más apropiada para un conservador del British.
Saludos agradecidos.
Después dices, Gabriel, después dices... He visto hasta el unicornio, con eso te lo digo todo.
ResponderEliminarMe quito el sombrero, reverencio y te doy un abrazo.
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ResponderEliminarHe descubierto hoy el blog y me ha encantado. Este cuento porque es plático, divertido, vivo, precioso. Y todos los demás también. Me había levantado porque no podía dormir. Quizás se haya instalado un dragón también debajo de mi cama huyendo de algún sitio.
ResponderEliminarBesos y enhorabuena.
Alberto, donde dije... Pero sí.
ResponderEliminarRosa, bienvenida. Un honor. Si el dragón está bajo tu cama es porque allí se siente seguro.
Saludos
Pobre Jattery Tippleby. Mis más sentido pésame. Un micro realmente divertido.
ResponderEliminarAbrazos
El tal Tippleby debía de ser realmente correoso, porque el dragón está acabando con mi cajón de Almax.
ResponderEliminarGracias, Gemma. Y bienvenida.
Esto es para leerlo de pie, no te digo más.
ResponderEliminarJa ja ja ja Un Dragón Victoriano. Ja ja ja Me ha hecho mucha gracia Gabriel. No sabemos si el teléfono tiene vibrador y si después de tanto años seguirá vivo el zampado. Dificil salvo que se como a mordiscos desde dentro al propio dragón.
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