lunes, 24 de enero de 2011

El doble viaje de Jattery Tippleby

Mi cama está sobre un dragón. No es que haya un dragón bajo mi cama. Si observan el tamaño del dragón, verán que la cama está sobre el dragón.
El dragón se puso la cama encima para esconderse de mi hermana, que una vez le tiró de la cola y llamó al British Museum para que vinieran a verlo.
Jattery Tippleby vino desde Londres a ver el dragón, y el dragón se lo comió.
Todavía, a veces, el móvil del señor Tippleby suena dentro del dragón; y yo me despierto de madrugada tarareando God Save The Queen.

25 comentarios:

  1. Verdaderamente surrealista. Es la historia de un dragón canibal.
    Muy bueno, Gab.

    ResponderEliminar
  2. Uff, esta vez has llegado a lo sublime. Los amigos ilustradores de Marina deberían estar haciendo cola para hacer las ilustraciones este micro. Me lo imagino como un álbum, con una ilustración para la cama sobre el dragón, otra con la hermana tirando de la cola, otra con el atildado señor Tippleby... A falta de profesionales, los niños también hacen cosas muy apañadas, pero me temo que los tuyos son todavía un poco pequeños.

    En la última página o viñeta estaríamos tus lectores, quitándonos el sombrero.

    ResponderEliminar
  3. GENIAL. Simplemente genial. Micro de autor. Algo así como la mano de Dios.

    Felicidades, Gabriel.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  4. A veces, Gabriel, tienes unos toques Monty Phyton absolutamente geniales.
    Es tremendamente divertido, lo malo es que, ahora que ya no me río, lo voy a leer otra vez. Si no me devora, tal vez vuelva a decirte lo que encontré.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Sí, muy british. Encantado de volver a leerte en este registro. Aunque a mí me gustan todos tus registros.
    Abrazos propilógicos,
    PABLO GONZ

    ResponderEliminar
  6. Muy bueno.También hubiera servido el el God save the Queen de los Clash para ambientar.

    ResponderEliminar
  7. Tiene que ser durísimo escuchar el Dios salve a la reina. Para matar al dragón, vamos.

    Besos nocturnos.

    ResponderEliminar
  8. British power! Muy divertido Gabriel, y la frase de inicio es simplemente genial :)

    Uy, leyendo el comentario de Lola te diré que el último ilustrador que me regaló un dibujo tenía una serie muy chula sobre dragones...jijijiji.

    ResponderEliminar
  9. Gabriel, no es porque tus historias estén extraordinariamente bien escritas, que lo están: tus argumentos me fascinan, me alegran la vida de tanto que me gustan.
    Gracias por escribir
    Un beso grande.

    ResponderEliminar
  10. Exquisito. Tiene un ritmo muy singular este microrrelato, genial por completo.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  11. Genial. me gusta desde la primera palabra a la última. Las dos primeras frases son realmente redondas y el final... ¡qué decir!!! creo que he escuchado el móvil jeje Felicidades

    ResponderEliminar
  12. Gabriel, has escrito uno de esos micros que te generan una imagen tan potente en la mente que no se te va en todo el día. Voy a tener al dragón con la cama encima durante toda la jornada.

    ResponderEliminar
  13. Buenísimo, buenísimo, qué bueno!! Me ha gustado mucho, supongo que se nota. Esa primera descripción de la situación indicando que no está el dragón bajo la cama si no a la inversa, ya es una imagen potentísima. El temor del animal ante la hermana, sin perder su idiosincrasia de animal salvaje comiéndose al hombre, y el finalizar con algo tan surrealista que en tu relato parece natural, esa canción sonando en el móvil... Fantástico, Gabriel. De 10 no, de 12, este micro. Abrazos.

    ResponderEliminar
  14. Divertidísimo, Gabriel!
    Un abrazo y un aplauso.

    ResponderEliminar
  15. Me puedo imaginar como se te ocurrió este micro...
    En todo caso, tu mirada derrocha imaginación, me encanta leerte, me encanta tu estilo.
    Abrazos a pares

    ResponderEliminar
  16. Realmente alucinante el micro. surrealista y preciosista. me gustó!

    ResponderEliminar
  17. Gracias a todos. Tengo que reconocer que yo también lloré de risa, sobre todo al ponerle la música. No sé cómo salió la idea del dragón, pero el micro tomó forma al preguntarme mi hermana por micros para niños.
    Lo de la ilustración no es mala idea. Yo me imagino al típico dragón tripón, de los que duermen boca arriba.
    También pensé en otra versión de God Save the Queen, la de Sex Pistols, pero ésta me pareció más apropiada para un conservador del British.
    Saludos agradecidos.

    ResponderEliminar
  18. Después dices, Gabriel, después dices... He visto hasta el unicornio, con eso te lo digo todo.
    Me quito el sombrero, reverencio y te doy un abrazo.

    ResponderEliminar
  19. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  20. He descubierto hoy el blog y me ha encantado. Este cuento porque es plático, divertido, vivo, precioso. Y todos los demás también. Me había levantado porque no podía dormir. Quizás se haya instalado un dragón también debajo de mi cama huyendo de algún sitio.
    Besos y enhorabuena.

    ResponderEliminar
  21. Alberto, donde dije... Pero sí.
    Rosa, bienvenida. Un honor. Si el dragón está bajo tu cama es porque allí se siente seguro.
    Saludos

    ResponderEliminar
  22. Pobre Jattery Tippleby. Mis más sentido pésame. Un micro realmente divertido.
    Abrazos

    ResponderEliminar
  23. El tal Tippleby debía de ser realmente correoso, porque el dragón está acabando con mi cajón de Almax.
    Gracias, Gemma. Y bienvenida.

    ResponderEliminar
  24. Esto es para leerlo de pie, no te digo más.

    ResponderEliminar
  25. Ja ja ja ja Un Dragón Victoriano. Ja ja ja Me ha hecho mucha gracia Gabriel. No sabemos si el teléfono tiene vibrador y si después de tanto años seguirá vivo el zampado. Dificil salvo que se como a mordiscos desde dentro al propio dragón.

    ResponderEliminar