jueves, 26 de agosto de 2010

Linda Cathleen

Salgo del laburo. Veo al jefe buscando su auto.
Encuentro el mío y arranco. El jefe saluda.
Cathleen camina por el parking. Es nueva. Linda. Lo más lindo. Morocha, menuda, con enormes ojos negros en forma de bombilla de mate... Igual. Me la quedé mirando. Ella me vio. Sonrió Cathleen, lindos dientes escoceses. La saludé. Linda Cathleen.

Pisé algo.

Arrollé al jefe. Boludo de mierda, ahí parado.
Bajé del auto. Vi que me señalaba.
Mi jefe culpa a la gente. Es un gran repartidor de mierda.
Me acusaría. “No miraste, no sabés manejar, tarado”.
Tomé su cabeza y la golpeé en el piso. Varias veces. No quise escuchar. Lo maté porque miré a Cathleen. Linda Cathleen.

El jefe aún me agarró la camisa.
–Fue mi culpa –dijo–. Me quedé mirando a la morochita escocesa –dijo–. Linda –dijo–. Lo más lindo.

3 comentarios:

  1. Cuidado con la Linda Cathleen!!! Que bueno!!

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  2. Quién hubiera conocido a esa linda Cathleen... si además es de las que sonríen...
    Saludos desde el recalentamiento global del mar Menor.
    P.

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  3. Un peligro para el tráfico la amiga Linda. Me ha gustado mucho.

    Un saludo, Propílogo.

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