Microrrelatos, desahogos y otras necesidades básicas.
martes, 4 de octubre de 2011
Tren I
Observo desde el tren el cauce seco de un río que han convertido en autopista. Los autobuses lo remontan contracorriente hacia los lugares donde desovan; y vuelven, al fin, vacíos, a morir al barranco de los Sargazos.
Por fin verdaderos transportes colectivos ecológicos!!!!!!!!!! Deberías patentar esa idea! Me ha gustado mucho. De hecho siempre he pensado que esos autocares con los retrovisores en forma de antena de hormiga los fabrican así porque ergonómicamente deben ofrecer menos resistencia a la fuerza del viento.Creo que me has dado una idea con esto. Voy a ver si saco algo en claro.....
Bestia. Me gusta la forma de estirar la melancolía en esas dos primeras frases largas, sin pausa, ni comas. Y luego como te detienes, arrancas, vuelves a parar. Un ejercicio de movimiento. Jazz.
Cierto, lo que dice Agus. Las dos primeras frases son largas y poderosas; como la autopista, como el tren, como el imparable empuje civilizatorio, no hay quien las detenga. Excepto la vejez, el vacío, y ese vasto cementerio que se extiende al otro lado del punto final, lleno de amasijos retorcidos.
Me apunto a lo que dice Elisa, tiene aliento poético y a lo que dice Jesus mucho spuntos de fuga...a mí me hace sentirme pequeña y luego grande..como si el viajero fuera elemento del paisaje y creador del mismo.
Nos descubrimos mutuamente. Me ha gustado mucho. Desovan, es tan visual. El cauce convertido en autopista. ¿Sabes? en valencia estuvieron a punto de hacerlo en el cauce que cruza la ciudad. Afortunadamente nos hicieron un jardín.
Un micro muy pulcro, muy bien cuidado, con imágenes tan potentes como esa falta de referentes a la que nos abandonas para que cada cual tome su camino. Me ha gustado mucho. Abrazos.
Araceli, muchas gracias. Me voy por lo visual últimamente.
Jesus, gracias. El tren da para ver, y hay que mirar. Abrazos
Maite, denuncia inconsciente, tal vez, quién sabe.
Montse, sí que parecen hormigas gigantes esos autobuses, buena imagen.
Agus, adulador... Yo jazz, ya, ya... Abrazos
Alb, tú lo has dicho. Ese barranco, el amasijo, el punto final... va todo junto. Thanks, thanks
Elisa, mil gracias por el halago.
Roxie, hacía mucho que no viajaba entren, y recuperé por un rato esa melancolía paisajera del Regional Bahn, de campos viniendo y yendo y de lo ridículo de lo pequeño... Abrazo
Elena, un placer. A veces, acertar con palabras tan visuales como desovan, o tan completas y escuetas, es una suerte. Ya te sigo. Abrazo
Susana, muchas gracias por insistir en las imágenes. Me complace, de verdad. Abrazo
Elysa, gracias, insisto.
Triste y blue, los pulpos son bellos aunque no bailen jotas. Si yo tuviera que morir comiendo, quisiera que fuera pulpo o gorrín. Y si tuviera que morir bailando, quisiera luego comer pulpo o gorrín. Abrazos cautos y bípedos.
Gemma, eso es; la lógica es a menudo aplastante. Si hubiera imaginado a un salmón en la autopista, el bicho habría acabado parando en el peaje :D Abrazos
Tren II me ha llevado a releer esto de nuevo.Así que te hago saber que cuando suba el micro te lo dedico. Por doble inspiración. 50 palabras justas sobre el tema, con todo y más de lo que quería mencionar inmediatamente después de leer los dos trenes. Gracias!!! :)
Excelente y muy visual relato. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarSoberbio, Gabriel! Me ha gustado muchísimo. Es una imagen muy poderosa, con muchas implicaciones.
ResponderEliminarAbrazos
Estupendo paralelismo y denuncia medioambiental, también, claro que sí.
ResponderEliminarPor fin verdaderos transportes colectivos ecológicos!!!!!!!!!! Deberías patentar esa idea! Me ha gustado mucho. De hecho siempre he pensado que esos autocares con los retrovisores en forma de antena de hormiga los fabrican así porque ergonómicamente deben ofrecer menos resistencia a la fuerza del viento.Creo que me has dado una idea con esto. Voy a ver si saco algo en claro.....
ResponderEliminarBestia. Me gusta la forma de estirar la melancolía en esas dos primeras frases largas, sin pausa, ni comas. Y luego como te detienes, arrancas, vuelves a parar. Un ejercicio de movimiento. Jazz.
ResponderEliminarAbrazos.
Cierto, lo que dice Agus. Las dos primeras frases son largas y poderosas; como la autopista, como el tren, como el imparable empuje civilizatorio, no hay quien las detenga. Excepto la vejez, el vacío, y ese vasto cementerio que se extiende al otro lado del punto final, lleno de amasijos retorcidos.
ResponderEliminarGreat, great.
Un relato que es un poema que es un relato que es un poema que te deja el corazón encogido.
ResponderEliminarMe apunto a lo que dice Elisa, tiene aliento poético y a lo que dice Jesus mucho spuntos de fuga...a mí me hace sentirme pequeña y luego grande..como si el viajero fuera elemento del paisaje y creador del mismo.
ResponderEliminarHa merecido la pena esperar.
Abrazo pues
Roxie girl
Me ha encantado eso de los autobuses desovando. El río de la vida a ritmo de traqueteo de tren.
ResponderEliminarAbrazos con corriente tibia de aire.
Nos descubrimos mutuamente. Me ha gustado mucho. Desovan, es tan visual. El cauce convertido en autopista. ¿Sabes? en valencia estuvieron a punto de hacerlo en el cauce que cruza la ciudad. Afortunadamente nos hicieron un jardín.
ResponderEliminarUn saludo
Un micro muy pulcro, muy bien cuidado, con imágenes tan potentes como esa falta de referentes a la que nos abandonas para que cada cual tome su camino. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarAbrazos.
Muy visual, con muchos espacios para que el lector imagine.
ResponderEliminarBello, como un pulpo bailando una jota.
ResponderEliminarEstupendo desarrollo. Tal como dices, si siguen el cauce del río, no podían hacer otra cosa que desovar. Muy bien visto.
ResponderEliminarAbrazos, Gabriel
Araceli, muchas gracias. Me voy por lo visual últimamente.
ResponderEliminarJesus, gracias. El tren da para ver, y hay que mirar.
Abrazos
Maite, denuncia inconsciente, tal vez, quién sabe.
Montse, sí que parecen hormigas gigantes esos autobuses, buena imagen.
Agus, adulador... Yo jazz, ya, ya...
Abrazos
Alb, tú lo has dicho. Ese barranco, el amasijo, el punto final... va todo junto.
Thanks, thanks
Elisa, mil gracias por el halago.
Roxie, hacía mucho que no viajaba entren, y recuperé por un rato esa melancolía paisajera del Regional Bahn, de campos viniendo y yendo y de lo ridículo de lo pequeño...
Abrazo
Elena, un placer. A veces, acertar con palabras tan visuales como desovan, o tan completas y escuetas, es una suerte. Ya te sigo.
Abrazo
Susana, muchas gracias por insistir en las imágenes. Me complace, de verdad.
Abrazo
Elysa, gracias, insisto.
Triste y blue, los pulpos son bellos aunque no bailen jotas. Si yo tuviera que morir comiendo, quisiera que fuera pulpo o gorrín. Y si tuviera que morir bailando, quisiera luego comer pulpo o gorrín.
Abrazos cautos y bípedos.
Gemma, eso es; la lógica es a menudo aplastante. Si hubiera imaginado a un salmón en la autopista, el bicho habría acabado parando en el peaje :D
Abrazos
Tren II me ha llevado a releer esto de nuevo.Así que te hago saber que cuando suba el micro te lo dedico. Por doble inspiración. 50 palabras justas sobre el tema, con todo y más de lo que quería mencionar inmediatamente después de leer los dos trenes. Gracias!!! :)
ResponderEliminarMe interesó ese contagio de funciones que se opera espacialmente. Ahora voy a leer Tren II, a ver qué me encuentro.
ResponderEliminarUn abrazo,
PABLO GONZ
De tu trilogía de trenes, éste es sin duda mi micro favorito. Me encanta la analogía que haces, es tremendamente ingeniosa.
ResponderEliminarUn beso, Majo ;)