Microrrelatos, desahogos y otras necesidades básicas.
viernes, 21 de octubre de 2011
Tren III
A través de la ventanilla observo a una chica en el andén. Se despide sin lágrimas. Agita la mano por no tirarse del pelo, y sonríe con una boca de mentira piadosa, mostrando los dientes, que son como fracturas abiertas de los huesos de una ilusión.
Un micro debe contener destellos. Ese "no estirarse del pelo", esa sonrisa y la última frase, configuran un triángulo que sin describir ni mostrar, ponen en pie todo un paisaje, en este caso un retrato. Apenas una ventanilla, una mujer, apenas nada para hablar de todo. Genial.
He leído de golpe los tres de la serie y alguno más... Eres experto en imágenes y esta serie de trenes me encanta. Esos dientes y ese no estirarse del pelo son impactantes. Abrazos
Este fotograma no tiene nada que envidiar a los que se sacuden en un tren en marcha, es un instante muy bien plasmado. Me quedo con la imagen de los dientes, esas grietas que hablan por si solas.
Gabriel, lo de la fractura abierta pone los pelos de punta... Es una imagen aterradora, y por lo mismo, muy eficaz. Me está gustando mucho esta serie del tren.
Tiene aliento poético este tren 3. Y es que además yo he sido esa chica alguna vez y otras le he visto en otros andenes de otros lugares. La imgen final es tan potente porque evoca dolor y pérdida.
Pues ni quiero ser pesado con aquello de los golpes geniales o los fogonazos de lucidez, ni quiero redundar en todo lo dicho, ni quisiera tomar sin su permiso la expresión que usa Pablo Gonz cuando se refiere a la creatividad del estilo ("invención del lenguaje", la llama él). Pero voy a hacer las tres cosas, porque esos dientes como "fracturas abiertas de los huesos de una ilusión" son un fogonazo genial, reflejan en toda su magnitud lo que Pablo Gonz llama "invención de la lengua" y, como ya han dicho todos los que me han precedido, adquieren un magnetismo arrollador. En fin, qué te voy a decir que no sepas. Que pareces someter tu prosa a un exquisito proceso de decantación y que parece que selecciones cada palabra delicadamente con unas pinzas.
Guau, Gabriel, cuánto nos desgarras con tan pocas palabras. También me quedo sobre todo en esos dientes como fracturas abiertas de los huesos de una ilusión. Genial.
Poco más me queda por decir, suscribo lo dicho por Agus, Iván o Pablo. Dominas el campo visual a través de la palabra con una narrativa cuidada y esmerada, salpicada por briznas de poesía, de pinceladas metafóricas que conforman una fotografía de un instante que sin embargo es móvil, tiene vida, porque la historia no acaba en ese andén, tan solo empieza para el lector.
Susana, gracias. Era la imagen el centro del texto. Abrazos
Agus, al final sustituí el "estirarse" por "tirarse", gracias a un buen consejo. Abrazo
Anita, gracias. Ojalá fuera experto. De momento me entretiene. Abrazo
Ángeles, gracias, fotograma es un concepto muy agradecido. Abrazo.
Gemma, aterrador y eficaz, me alegro. Muchas gracias. Abrazo
Roxie, suena bien lo del aliento poético. Ya veremos. Abrazo
Iván, una vez más me dejas sin palabras. Abrazo enorme
Araceli, muchas gracias.
Alb, la verdad es que sí fue fructífero el viaje, sí.
Maite, muchas gracias. Me gusta eso que dices de que la historia empieza, porque, en parte, pretendo que sea visual, pero que también sugiera algo para luego. Abrazo.
Bea, muchas gracias. Abrazo de vuelta.
Montse, enhorabuena para tí, también, por lo de ReC. Abrazo
Budo, muchas gracias. A ver si sigo con alguno más. Voy a ver que encuentro de Mogwai. Abrazo
Una imagen desgarradora, muy visual, tremendamente potente la de los dientes como fracturas.
ResponderEliminarAbrazos.
Un micro debe contener destellos. Ese "no estirarse del pelo", esa sonrisa y la última frase, configuran un triángulo que sin describir ni mostrar, ponen en pie todo un paisaje, en este caso un retrato. Apenas una ventanilla, una mujer, apenas nada para hablar de todo. Genial.
ResponderEliminarAbrazos.
He leído de golpe los tres de la serie y alguno más...
ResponderEliminarEres experto en imágenes y esta serie de trenes me encanta. Esos dientes y ese no estirarse del pelo son impactantes.
Abrazos
Y la palabra de verificación "denteop"
Este fotograma no tiene nada que envidiar a los que se sacuden en un tren en marcha, es un instante muy bien plasmado. Me quedo con la imagen de los dientes, esas grietas que hablan por si solas.
ResponderEliminarSaludos
Gabriel, lo de la fractura abierta pone los pelos de punta... Es una imagen aterradora, y por lo mismo, muy eficaz.
ResponderEliminarMe está gustando mucho esta serie del tren.
Besos
Tiene aliento poético este tren 3.
ResponderEliminarY es que además yo he sido esa chica alguna vez y otras le he visto en otros andenes de otros lugares. La imgen final es tan potente porque evoca dolor y pérdida.
A sus pies Don
la he visto quise decir, sorry..
ResponderEliminarPues ni quiero ser pesado con aquello de los golpes geniales o los fogonazos de lucidez, ni quiero redundar en todo lo dicho, ni quisiera tomar sin su permiso la expresión que usa Pablo Gonz cuando se refiere a la creatividad del estilo ("invención del lenguaje", la llama él). Pero voy a hacer las tres cosas, porque esos dientes como "fracturas abiertas de los huesos de una ilusión" son un fogonazo genial, reflejan en toda su magnitud lo que Pablo Gonz llama "invención de la lengua" y, como ya han dicho todos los que me han precedido, adquieren un magnetismo arrollador. En fin, qué te voy a decir que no sepas. Que pareces someter tu prosa a un exquisito proceso de decantación y que parece que selecciones cada palabra delicadamente con unas pinzas.
ResponderEliminarNada, enhorabuena y abrazos, no puedo decir más.
Guau, Gabriel, cuánto nos desgarras con tan pocas palabras. También me quedo sobre todo en esos dientes como fracturas abiertas de los huesos de una ilusión. Genial.
ResponderEliminarEs una de esas imágenes que comentábamos el otro día, poderosa como un hierro al rojo, impresiona al "verla" y deja una huella profunda.
ResponderEliminarHay que ver lo que da de sí un viaje en tren :-)
Poco más me queda por decir, suscribo lo dicho por Agus, Iván o Pablo. Dominas el campo visual a través de la palabra con una narrativa cuidada y esmerada, salpicada por briznas de poesía, de pinceladas metafóricas que conforman una fotografía de un instante que sin embargo es móvil, tiene vida, porque la historia no acaba en ese andén, tan solo empieza para el lector.
ResponderEliminarImpresionante relato. Un abrazo Prop.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu micro ganador en Wonderland!!!!!!!!!!!!!!! Acabo de verlo en el blog de Odys!!!!
ResponderEliminarY al leer este Tren III he visto a la chica mordiendo el cuello de una jirafa...así le han quedado los dientes, pobre!
Madre mía, qué trilogía. Funcionan perfectamente por separado, pero juntos ya no te quiero ni contar. Y yo encima escuchando a Mogwai.
ResponderEliminarSusana, gracias. Era la imagen el centro del texto.
ResponderEliminarAbrazos
Agus, al final sustituí el "estirarse" por "tirarse", gracias a un buen consejo.
Abrazo
Anita, gracias. Ojalá fuera experto. De momento me entretiene.
Abrazo
Ángeles, gracias, fotograma es un concepto muy agradecido.
Abrazo.
Gemma, aterrador y eficaz, me alegro. Muchas gracias.
Abrazo
Roxie, suena bien lo del aliento poético. Ya veremos.
Abrazo
Iván, una vez más me dejas sin palabras.
Abrazo enorme
Araceli, muchas gracias.
Alb, la verdad es que sí fue fructífero el viaje, sí.
Maite, muchas gracias. Me gusta eso que dices de que la historia empieza, porque, en parte, pretendo que sea visual, pero que también sugiera algo para luego.
Abrazo.
Bea, muchas gracias.
Abrazo de vuelta.
Montse, enhorabuena para tí, también, por lo de ReC.
Abrazo
Budo, muchas gracias. A ver si sigo con alguno más. Voy a ver que encuentro de Mogwai.
Abrazo