En el andén suceden cosas. A veces el tren tarda en partir, como si quisiera quedarse un rato más. Los conductores miran por la ventana buscando qué los retiene; sin saber que son, inconscientes, las personas que esperan, porque al tren le interesan.
Otras veces, como el día en que te fuiste, el tren, al salir, revienta la inercia de los que lloramos de pie, y nos tambalea, nos mece, nos manda a la mierda elástica del vaivén de este puto dolor.
En el andén
suceden cosas.
A veces el tren
tarda en partir,
quiere quedarse
un rato más.
El conductor busca
qué lo retiene;
sin saber que son,
inconscientes,
las personas que esperan,
que al tren le interesan.
Otras veces,
como el día en que te fuiste,
el tren que parte
revienta la inercia
de los que lloramos
de pie,
y nos tambalea,
nos mece,
nos manda a la mierda
elástica
del vaivén
de este puto dolor.
Tren IV (II)
En el andén
suceden cosas.
A veces el tren
tarda en partir,
quiere quedarse
un rato más.
El conductor busca
qué lo retiene;
sin saber que son,
inconscientes,
las personas que esperan,
que al tren le interesan.
Otras veces,
como el día en que te fuiste,
el tren que parte
revienta la inercia
de los que lloramos
de pie,
y nos tambalea,
nos mece,
nos manda a la mierda
elástica
del vaivén
de este puto dolor.