Oiga doctor,
quisiera de vuelta
mi miopía.
Quisiera que corte,
que pinche, que ponga,
que quite, que borre.
Oiga doctor,
yo quiero de vuelta
mi cristalino
deforme, changado.
Mi cristalino
como era, vidrioso.
Oiga doctor,
yo miro de noche
al cielo.
Yo quiero de vuelta
mi luna de miope
borrosa, frondosa.
Mi luna de miope,
sin detalles,
no los quiero,
déselos a otro.
Oiga doctor,
quisiera de vuelta
mi miopía.
Por no hablar
de las estrellas.
No sé. Me apetecía.
Gabriel, si es que somos animales de costumbres... Yo lo que quiero de vuelta es mi cinturita y otras cosas que bien te puedes imaginar :(.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues a mí me apetecía leer algo así. Estoy contigo, que nos devuelvan la luna, nuestra luna, aunque sea borrosa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es un texto atrevido. Desenfadado. Con una viveza de ritmo que me recuerda en algo a algunas cancioncillas de la lírica popular.
ResponderEliminarY como miope que soy, te confieso algo: este año me cambié los cristales de mis gafas y también me compré unas lentillas nuevas porque me había aumentado la miopía y tenía un desfase de casi una dioptría (por cierto, ¿no decían que la miopía paraba de crecer a los 25? Porque yo tengo 30 y esto no para nunca). Al lío: el caso es que cuando me puse mis nuevas lentillas, con la graduación correcta, lo veía todo tan bien, con tantos matices, que sentía como si me doliera la vista. Como bien reflejas en el micro-poema (que no micropoema), tenía un cierto sentimiento de ajenidad respecto a la nueva realidad. Lamento decirte, sin embargo, que prefiero la realidad enfocada, aunque la pieza que has escrito trasciende la anécdota que cuenta, por supuesto, y, como bien dice Elisa, sugiere una reflexión sobre el apego a las costumbres.
Me ha gustado Gabriel. A propósito, el adjetivo "changado" es fantástico. Me sonaba de algo y cuando he visto que proviene del quechua (o quichua) he recordado que dediqué unos cuantos años de mis estudios a la literatura y cultura peruanas.
Un abrazo y disculpa mi tendencia a divagar.
Quiero que me devuelvan mis pequeños pechos, sáquenme esta silicona!!!!
ResponderEliminarMe ha encantado, a mi me gusta a veces ir por la calle sin gafas, como el pájaro bobo, yo no conozco a nadie y nadie me conoce a mi, si no te veo, tu no me ves.
Un abrazo
Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarHe leído tu experipento mientras una música procedente del fondo mismo de tus palabras, mecía mi cabeza a uno y otro lado intentando seguir el ritmo. Esto ha sido un baile a través de las letras.
ResponderEliminarMe ha gustado, y mucho.
Me gustó mucho y me recordó una canción de Sabina, "oiga doctor, devuélvame mi depresión...". Saludillos asabinados
ResponderEliminar...que no escribo una nota
ResponderEliminardesde que soy feliz
Pues a mí también me gustó este experimento que has realizado entre micro y poema, una fusión que junto con el tono utilizado, te ha quedado muy bien, la verdad.
ResponderEliminarA lo mejor el protagonista ve ahora más claro, pero...no reconoce lo que ve, porque nunca antes lo vió así, y por tanto, echa de menos las cosas de antes también, aunque las de ahora puedan ser mejores. Un abrazo.
Pues te ha quedado muy bien. Sería una buena letra para una canción pop.
ResponderEliminarGracias, gracias. Chispa para un micro. Me tengo que ir a sentir. Bueno, también puedo sentir aquí.
ResponderEliminarAbrazos urgidos,
PABLO GONZ
La imaginación si que no la tienes miope, seguro que no te la vio el doctor.
ResponderEliminarBlogsaludos
¿por qué el ojo decide ver la luna borrosa? ¿por qué necesita una herida para verla nítida?
ResponderEliminarEs un tema espinoso.
Un abrazo G.
bea
Me dan ganas de ser miope y todo. Quizá tenga que operarme...
ResponderEliminarGracias por la canción, Gabriel. A veces viene bien un poco de música.
Un abrazo
Sí señor, Gabriel, cuando se tiene talento se puede abordar lo que sea.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Un abrazo
Hum, tremendamente original... Yo tuve hipermetropía y sinceramente, no la quiero de vuelta.
ResponderEliminarUn beso!
:)
Están bien estos experimentos, mitad poesía, mitad microrrelato. Al menos de vez en cuando...
ResponderEliminarUn saludo indio
Quisiera contestar de uno en uno, pero ando algo justo de tiempo. Muchas gracias a todos por comentar mi experipento, recuerdo de afanes compositores ya mayores de edad (mi guitarra ya ha cumplido los 20, pobre Raimundo 112).
ResponderEliminarComo ha dicho Puck, hay un homenaje al Oiga Doctor de Sabina, que le puso ritmo de rock a una historia que podría hacer llorar.
A los miopes os diré que sin gafas no veo las estrellas, pero la luna... la luna es borrosa. La nitidez no tiene gracia.
Saludos agradecidos
Lo he leído con y sin gafas, para poder alcanzar un nivel de compenetración acorde con esta borrosa exaltación de la dioptría.
ResponderEliminarEl mito de la caverna pero en versión moderna y miope.
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