miércoles, 13 de octubre de 2010

Saltarín

Fernando no era muy ágil, pero podía saltar por encima de cualquiera. Altos y bajos.

La gente se alarmaba cuando lo veía arrancar, a la carrera, directo a ellos. Pero él los saltaba igual. No le importaba que se asustaran, porque él –decía- sólo saltaba a mentirosos e indeseables. Contaba que estaba poseído por el impulso animal de pasárselos por el arco de triunfo.

Encontraron a Fernando, con las gafas en la mano, malherido, empotrado en una pared con propaganda electoral.

13 comentarios:

  1. Es que hay cosas insuperables... :o) Genial, me gustó la idea y tu sentido del humor.
    Un saludo.

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  2. jaja plof!!!! Si ya decía yo que esas pancartas son un peligro público :-)

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  3. Muy divertido; sentido del humor con mala leche. Sólo encuentro una pequeña incongruencia de tipo lógico: si dice que él sólo salta a mentirosos e indeseables y no consigue saltar al del cartel, puedo deducir que ése del cartel es un verídico deseado. Digo yo.
    Un abrazo, Propílogo.

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  4. Es que saltar por encima de las caras de ciertos personajes es imposible.

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  5. Hola

    Imagino que tienes que escoger bien a la hora de pasar por encima de alguien XD

    Hasta pronto.

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  6. Es probable, Alberto, que no haya cerrado el micro con suficiente claridad. Tenía mis dudas. La propaganda electoral está en una pared. Supongo que todo depende del concepto de pared. Tal vez debí describir algo más. Hay paredes que sí se pueden saltar. Las gafas en la mano simplifican la explicación de por qué iba a molestarse en saltar algo inerte... Probablemente la imagen es evidente en mi cabeza, pero no la he plasmado bien. No sé.
    Saludos.
    Gabriel

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  7. Con la Política hemos topado. Una cosa es tener superpoderes y otra el realismo mágico. Muy bien escrito, hasta yo pude sentir el golpe.

    Un abrazo.

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  8. Es un microrrelato de los que yo llamo de imagen. Lo estás viendo, lo ves y te topas tú también con el muro final. Hay muchas personas e instituciones como muros.

    Saludín

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  9. Hay mentiras que no podría llegar a saltar ni el mismísimo Sergei Bubka; o ya puestos, ni el gato con botas.

    Me ha divertido el detalle de las gafas en la mano, ni Rompetechos podría haberse equivocado más...

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  10. ¡Qué divertido Propílogo! Conseguiste arrancarme una sonrisa hoy (y no veas cómo lo necesitaba).
    Un beso!

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  11. Divertido, divertido... Y con contenido crítico. Para terminar, una pregunta: ¿no era muy ágil?
    Abrazos chilenos,
    PABLO GONZ
    PD.: "La saliva del tigre" ya está en Madrid. En algunos días más te llegarán tus ejemplares.

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  12. Quizá el que no me expliqué bien fui yo, Gabriel. El micro lo entendí perfectamente y mi pega es casi un apunte quisquilloso y tocapelotas, la verdad. Quería decir que si él dice que "sólo salta mentirosos e indeseables" y no consigue saltar al individuo del cartel, entonces se podría deducir que ése del cartel no es mentiroso ni indeseable.
    Pero ahora me doy cuenta que es una tontería por mi parte, porque esa expresión se refiere a su intención, la de saltar a los mentirosos, no a su capacidad de saltar sólo a mentirosos.

    No sé si lo he aclarado o lo he oscurecido, pero en cualquier caso he sido yo con mis entendederas retorcidas el que lo compliqué. Así que rectifico. Mea culpa.

    Un abrazo, Gabriel.

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  13. Gracias a todos.
    No era muy ágil, Pablo, pero estaba poseído por el instinto animal... me cubrí las espaldas.
    Espero, ansioso, armado de sofa y servilletas, a mi querida saliva.
    Alberto, deduje la coña por lo de verídico y deseado, porque buscaste los antónimos; pero me dio miedo que algo hubiera quedado sin atar.
    De todas formas, moraleja sencilla, literatura escasa. No es un micro para analizar, sólo entretenimiento.
    Saludos agradecidos de dominguero trabajando.
    Gabriel

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