Ayer me quedé hasta tarde escribiendo. A las dos oí llorar a mi hija. Estaba tumbada en la cuna, desconsolada, con el chupete en la boca y un libro gordo bajo la mejilla. Retiré con cuidado el libro, que le incomodaba.
A las tres oí llorar a mi hija. Estaba tumbada en la cuna, desconsolada, con el chupete en la boca.
Retiré con cuidado el chupete, que le incomodaba. Puse el libro gordo bajo su mejilla.
A las tres oí llorar a mi hija. Estaba tumbada en la cuna, desconsolada, con el chupete en la boca.
Retiré con cuidado el chupete, que le incomodaba. Puse el libro gordo bajo su mejilla.
Corregido el texto -gracias a todos, y especialmente a Alberto, Julio, R.A. e Iván- queda como veis. Añado "hasta" antes de "tarde", y me sigue sonando ajeno, así que deduzco que es un error que cometo a menudo (dos errores, quedarme y escribirlo). Borro la edad (casi dos años), pues no aporta información que no pueda deducirse más tarde. Además, añade un dato numérico que puede llevar a engaño si se tiene por importante.
Dejo como están los discutidos "LE incomodaba", encantado, no por haber acertado, sino porque han dado pie a un interesante diálogo.
Gracias a todos, con comentarios así da gusto leer. Y escribir.
Así da gusto, Gabriel. Son una maravilla posts como el anterior, con un micro estupendo y una tertulia magnífica. Así se aprende el doble: de tu pluma y de los comentarios.
ResponderEliminarUn abrazo.
Desde luego la tertulia estuvo buenísima! Y el relato ha quedado redondo completamente
ResponderEliminarEspero que duermas bien
Un abrazo
Ahora queda más limpio. Y estoy de acuerdo con Alberto: tertulias del tipo de la que se generó con el post anterior son un foco de conocimiento.
ResponderEliminarGracias por dejar un poco de tu generosidad en mi blog.
Un abrazo agradecido.
Estupendos textos. Juegos de ideas y giros, giros, giros.
ResponderEliminarGracias Propílogo por tener en cuenta la sugerencia. El texto es muy bueno y coincido en que se ha dado una interesante tertulia. Abrazo.
ResponderEliminarTe ha quedado muy bien Gabriel. Un bebé lector es un bebé que tendrá un blog de micros de mayor, así que de tal palo, tal astilla (aunque sea una criatura de ficción y nunca crezca).
ResponderEliminarPues me gusta aún más y gracias por la parte que me toca y enhorabuena por tu actitud honesta con tu escritura. Es la que yo quiero mantener también.
ResponderEliminarSalut!!!
Me encanta. En ese pequeño cambio que se produce en el segundo párrafo se resume toda la elegancia del microcuentista.
ResponderEliminarUn abrazo.