El chino que trabaja conmigo me ha regalado un reloj. Es una réplica del despertador clásico, pero de plástico. Funciona con una pila, y en lugar de hacer TAC TAC TAC hace sólo un suave lerelerelere, así que apenas lo oigo.
Hace dos minutos lo he mirado. Iba muy deprisa.
El segundero se movía rápido. Demasiado rápido. En cuanto ha notado que lo observaba, ha acomodado el movimiento de la aguja hasta un ligero segundo por cada segundo. Pero ahora ya lo sé. Tomo nota. Lo apunto aquí, bajo el párrafo en el que anoté, hace ya un tiempo, que el paquete de tabaco se me acerca cuando no miro; que los cordones de los zapatos se retuercen espontáneamente hasta soltar el nudo; que el euroconector escapa poco a poco de la espalda del DVD.
Ahh, las cosas se mueven ¿serán los duendes? ¿o las cosas con vida? a mi también me pasa! Cuidado con el teléfono que suena de vez en cuando y lo miras y no llama nadie!
ResponderEliminarAbrazos
Apuntalo todo. Que no te pillen desprevenido.
ResponderEliminarMuy bueno Propílogo.
Un abrazo.
A mí me pasa con las columnas del Parking. Me gusta el tomo nota y aquí no pasa nada. Es un micro de actitud. Muy bien resuelto. Toma nota.
ResponderEliminarUn abrazo.
Creí que éso solo me pasaba a mí...pero ya veo...nos pasa a todos los que tenemos relojes chinos :S, excelente Propílogo.
ResponderEliminarMe ha encantado, Gabriel. Ese estilo ingenuo que esconde la gravedad en el dorso y esas imágenes geniales, originales, como los cordones que se sueltan, el euroconector que se sale...
ResponderEliminarPara mí está redondo. Enhorabuena.
Un abrazo entusiasmado.
Qué locura, sentir que la casa tiene vida propia...
ResponderEliminarMe gustó.
Un saludo indio
He visto cada imagen de este micro, y la de los cordones me ha encantado.
ResponderEliminarEste tipo de micros me gustan. Me ha recordado al Merino de La glorieta d elos fugitivos(esto es un piropo).
ResponderEliminarMuy buen resuelto dado que el lector no sabe al pirncipio para donde vas a tirar la historia. Los objetos cotidianos nos acechan...
Saludín.
Eso es una rebelión en toda regla Propílogo. Yo que tú tomaría medidas contundentes. Me iría de vacaciones y los dejaría trabajando por mí todo el año.
ResponderEliminarBlogsaludos
Me viene a la memoria "La rebelión de los electrodomésticos", de Alaska y los Pegamoides:
ResponderEliminar"Se han rebelado todos a la vez,
La turmix, la plancha y la Moulinex"
Ojo. De ahí al psiquiátrico hay un paso.
Tal vez se han adelantado al nuevo cambio prematuramente y en vez del tiempo lineal ahora siguen el tiempo fraccional. Excelente, Gabriel. Un cordial abrazo.
ResponderEliminarLa grosera amenaza de la técnica dibujada con sutileza. Inolvidable la imagen del reloj que se acelera cuando nadie lo mira.
ResponderEliminarAbrazos nosécómo,
PABLO GONZ
Buenísimo, buenísimo, buenísimo. ¿Puedo añadirlo a mi microteca?
ResponderEliminarBesos!
:)
Que se te acerque el paquete de tabaco, pase.
ResponderEliminarQue los cordones de los zapatos enreden como críos traviesos, también.
Y tampoco vas a preocuparte porque el euroconector se divorcie de su media naranja.
Ahora bien... El reloj no. Hasta ahí podíamos llegar. Sumérjelo en ácido, ahógalo con la almohada, o dale un martillazo. Pero no le permitas que juegue con tu precioso tiempo, ya corre él que se las pela sin falta de que ningún mecanismo maligno le azuce por la espalda.
Anita, se mueven, sí. Una vez oí del síndrome del muslo que nota la vibración del teléfono en falso.
ResponderEliminarTorcuato, hay cosas que no sé ni cómo apuntar. ¿Y si alguien lo leyera?
Agus, lo de las columnas sólo pasa con seguros a terceros.
Artista, los relojes son el primer paso de la invasión. No abras el reloj.
Alberto, no podemos estar en todo. Pasan muchas cosas.
Indio, gracias. La locura es razonar que se ha sentido...
Manu, gracias. Un placer que veas las imágenes.
R.A., lo cotidiano es muy sorprendente.
Adivín, lo intenté; pero mis jefes no le vieron la gracia.
Paseante, un paso... atrás, tal vez.
Héctor, que cambien, sí. Sobre todo el euroconector. ¿Cómo se llama en Puerto Rico?
Pablo, cuanto más lo miro, menos pila gasta.
Marina, gracias. Y por supuesto, tuyo es.
Alberto, lo del tabaco no sé yo. Bastante me ha costado alejarlo tras más de 20 años... El euroconector me da igual. Y el tiempo... tengo truco. Un reloj en cada puerto. Todos sincronizados. A horas distintas.
Uf, últimamente llego tardísimo a todas las entradas, ¿será que tengo un reloj de esos?
ResponderEliminarQue me ha encantado, Gabriel. Un abrazo.
La técnología te ataca hermano. Que daño hacen las multinacionales y las tabaqueras... Genial el sonido del reloj chino.
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