Ayer me quedé tarde escribiendo. A las dos oí llorar a mi hija. Tiene casi dos años. Estaba tumbada en la cuna, desconsolada, con el chupete en la boca y un libro gordo bajo la mejilla. Retiré con cuidado el libro, que le incomodaba.
A las tres oí llorar a mi hija. Estaba tumbada en la cuna, desconsolada, con el chupete en la boca.
Retiré con cuidado el chupete, que le incomodaba. Puse el libro gordo bajo su mejilla.
Un peligro va a ser esa chiquilla como siga así.
ResponderEliminarEsa chiquilla lo único que quiere es más atención.
ResponderEliminarEsa chiquilla lo único que necesita es menos atención.
Un saludo indio
¿A las cuatro retiraste la cuna y pusiste el libro y el chupete?¡porque igual quiere estar sentada en el sillón de la biblioteca!
ResponderEliminarla seguridad, la fantasía
ResponderEliminarun chupete, un libro de cuentos
protección, imaginación
quédate con las dos cosas para tu niña
me alegro de haberte encontrado
te sigo
un beso infantil y borgiano
Creo que hiciste bien. Los chupetes son sustitutivos del pezón materno.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me quedé expectante esperando que fueran las cuatro. Tengo un peque de un año y dos meses y el tono de tu relato me suena, me suena, me suena...
ResponderEliminarUn abrazo.
Precioso, Gabriel. Me encantó. Quizá a mí me sobraría la aclaración de que casi tiene dos años, porque la situación posterior deja clara que es un bebé. Pero genial, muy bien.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo también en este juego de espejos(sin espejos) Borgiano me he quedado pensando en las cuatro, las cinco, las seis y asi ad infinitum.
ResponderEliminarJope por poner algún pero(en plan puntilloso) me suena mejor me quedé hasta tarde(pero lo mismo no es la expresión correcta)y creo que es la incomodaba(que también yo a veces me vuelvo loca con los leismos, laismos y loismos y se me va la cabeza, así que no sé)
La verdad es que al que se le da genial esto es a Iván Teruel, yo normalmente me fijo en si el micro me impacta, sensaciones,ritmo, como me suena. Después en lecturas más calmadas puede que me fije en detalles(cacofonías o rimas indeseadas o esas cosas)pero a bote pronto me guio por impresiones.
Buena impresión y admiro tus deseos de experimentar y variar.
ABrazo
perdón el cómo con acento.
ResponderEliminarSi es que lloran por llorar. Da igual lo que les quites o les pongas, ellos lo que hacen es ensanchar los pulmones.
ResponderEliminarSi es que la Naturaleza es muy sabia. Aunque nos joda el sueño.
Voy a barrer un poco antes de que venga Iván...
ResponderEliminarElisa, la chiquilla viene peligrosa, aprendiendo de su hermano...
Indio, acertaste.
Anita, pensé en alargarlo algo, pero mataba las repeticiones y lo liaba demasiado.
Odile, procuro darle eso y todo. Gracias por venir. Volveré a verte tender las sábanas.
Tor, no lo vi así. Me habría llevado el chupete.
Agus, probablemente a las cuatro estaba sentada leyendo...
Alberto, puede ser. He probado mentalmente a quitarlo, pero me he encontrado alerta, pensando si una hija adolescente cabría en una cuna mediana...
Rosana, de necesaria y bienvenida puntillosidad. Sí, sí, y creo que sí. Dudé con tarde y hasta tarde, y decidí un poco a lo loco. De leísmos ando sobrado. Siempre ha sido una duda de ésas que resuelvo y olvido con romanticismo de marinero. Creo que no se debe poner LA en caso de que que ella sea el objeto indirecto con uno directo (Darla una manzana). Si es así, en este caso sería correcto incomodarla, ¿no? ¿Y es incorrecto LE? No lo sé, la verdad. No sé cómo de incorrecto es el LE frente al LA o el LO.
Paseante, en una casa con dos críos la naturaleza es requetesabia, y los pulmones anchos como Castilla.
Saludos dubitativos
Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca
Jorge Luis Borges
Propilogo, muy buen relato, solo te sugeriría cambiar o los dos años de la niña o las 2 de las mañana de tal modo que no sean el mismo número Dado el título del cuento, parecen un indicio de repetición numérica que se espera sean clave en los sucesos posteriores. Muy buena semblanza de la niña y de lo que el padre pondera en ella. Abrazo
ResponderEliminarGabriel: yo sin embargo ando sobrada de "las" por zona (castilla) y por mi madre(que es muy castiza ella y me coloca lo las a diestro y siniestro o a cascoporro como dirian los de Muchachada Nui. :)
ResponderEliminarAbrazo
De casta le viene al galgo.
ResponderEliminarBlogsaludos
Vaya genio que será esa niña. Ojalá y a mi me hubieran dado arte en mi niñez.
ResponderEliminarUn abrazo
A las tres coges el libro y le lees el cuento... saludillos
ResponderEliminarJulio, gracias y perdón. Gracias por la visita y el apunte. La idea original incluía la edad real de mi hija -año y medio-, que luego cambié por simplificar. No tuve en cuenta que era una repetición sin sentido. Aprecio la corrección. Y perdón porque recibí tu invitación a leer tu relato de compañeros de reunión de Anónima; y lo leí, y me gustó; y lo he releído y he visto que ni siquiera comenté. Así que perdón y gracias. Me guardo tu blog.
ResponderEliminarAdivín, casta sí, pero físicamente mi hija es más gálago que galgo... (apunte zoológico).
Daniel, la infancia es una buena edad para adquirir costumbres sanas como la lectura, pero es más tarde cuando la intención soporta el hábito.
Puck, a las tres y a las cinco, si hiciera falta. Y si me despierto.
Saludos paternales
Gabriel
Vaya, veo mi nombre por aquí sin ser mío el micro. Esto no sé si es fantástico o terrible.
ResponderEliminarPor partes: me gusta muchísimo la experimentación con el lenguaje; después resulta o no resulta, pero es una actitud valiente y generosa; valiente por el riesgo y generosa por querer ofrecer algo distinto que leer. Me gusta la escena y me gusta cómo la plasmas literariamente, con esos dos párrafos simétricos, casi idénticos, que sólo difieren en una cosa, pero qué cosa: lo auténticamente sustancial del relato. Probablemente si lo hubieras escrito de un modo más convencional el efecto se hubiera diluido un poco.
Respecto a cuestiones técnicas: Rosana tiene razón en una cosa y en otra no. Debería ser "me quedé hasta tarde". Ese verbo "quedar" rige algún tipo de preposición en el sentido que tiene aquí de "permanecer". Y como se permanece en un sitio durante un rato, se necesita una preposición ("hasta") para indicar el término temporal de la permanencia. No sé si me he explicado demasiado bien.
Sin embargo el "le" es absolutamente correcto. Sin discusión. Sustituye a un objeto indirecto. El "incomodar" es un tipo de verbo intransitivo (como "gustar"), es decir, que no tiene complemento directo, por lo tanto nunca pueden aparecer dentro de su predicado los pronombres lo, la, los, las. Os pongo unos ejemplos para que quede más claro: ¿verdad que no suena bien decir "la gustan mucho las películas"? ¿O decir "a Juan y David los incomodaban mucho los zapatos"? Pues ahí está el caso. El empleo del "le" no sólo es correcto sino que es el prescriptivo.
Bueno, espero haber resuelto las dudillas. Y gracias por los elogios explícitos y por las acusaciones de barrendero :-)
Buen micro Gabriel.
Saludos.
Gracias Iván hace un rato le estaba dando vueltas y vi que efectivamente es correcto el le, con ese tipo de verbo pero debo de tenr grabado a fuego los la y por eso a veces dudo.Aunque sé que le es con CI y la/lo con CD se me va la pinza a menudo.
ResponderEliminar¿Ves Gabriel? 50/50 que dirían los ingleses.
Abrazo
Sé que no debería preguntarlo, pero tengo una duda terrible, ese libro gordo ¿no sería el de Petete?
ResponderEliminarEl libro gordo te enseña, el relato es muy bueno y entretiene, y yo te digo cantando, hasta el relato que viene.
Me ha encantado.
ResponderEliminarY además me trae recuerdos de noches insomnes moviendo cosas, si es a veces los padres...somos peores que los chiquillos
Veo que estás aleccionando bien e tu hija... Espero que estés acumulando un buen arsenal de libros buenos, porque cuando seas viejecito y el que no pueda dormir seas tú, ya sabes lo que hará ella para que concilies el sueño...
ResponderEliminarMe ha parecido muy tierno Gabriel.
Un beso!
Precisamente estoy leyendo un libro de Alfred Adler en el que dice, entre otras muchas cosas interesantes, que los niños definen a una edad muy temprana sus objetivos anímicos. Parece que la saga propíloga continúa, de lo que yo me alegro muchísimo.
ResponderEliminarPara los aficionados a la lectura de temas psicológicos, el título es "Conocimiento del hombre". Autor: Alfred Adler, la tercera pata del banco de la psicología de oro, junto con Freud y Jung.
Abrazos psicoanalíticos,
PABLO GONZ
Iván, mi intención era barrer para que lo encontraras todo bien limpio. Un placer leerte aquí.
ResponderEliminarY de leísmos y laísmos. Me escribe mi hermana, pozo de ciencia y sabiduría, profesora de niños y otros animales; para decirme que incomodar es verbo transitivo, por lo tanto, atentando al ilustre subconsciente navarro y renegando de sus raíces de Belzunce, elegiría el LA.
Así que me voy al Panhispánico de dudas y me encuentro con su invitación al relativo libre albedrío. No voy a pegar el link porque es un lío. Los interesados, buscad INCOMODAR en http://buscon.rae.es/dpdI/
y luego id al link de leísmo 4a
En resumen, la transitividad de los verbos de afección psíquica depende básicamente de si el sujeto es o no agente activo de la acción y del grado de voluntariedad que tiene o se le atribuye con respecto a la acción designada por el verbo.
Un libro, como inanimado, falto de voluntad, no puede ser objeto directo, genera un verbo intransitivo y sugiere el uso de LE.
Ahora bien, siendo éste un micro en honor a Borges, sería un insulto a su memoria considerar al libro como un sujeto inanimado y carente de voluntad, así debería utilizar el LA.
Dicho esto, declaro aquí, solemnemente: No sé.
Odyss, Petete era pájaro. Te recuerdo tu recién adquirida afición al exterminio.
Ángeles, Marina, ojalá pudiera tener en casa, para mis hijos, los miles de libros que mis padres tuvieron para mí.
Pablo, me apunto el libro. Gracias. La saga propíloga, también llamada propiLogia, sigue con su propiloguía.
La le lo termino aquí.
Gracias a todos.
Gabriel la le lo agradezco mucho. El link y las vueltas y también agradezco la respuesta de tu hermana. Te juro que yo a veces prefiero no pensarlo mucho porque me vuelvo tarumba, pero mucho, con ese tema.
ResponderEliminarUn abrazo
R.A, todo por la corrección. Una vez tuve una charla de este tipo acerca de "informar que" o "informar de que". Resulta que los dos son válidos, aunque con preferencias geográficas. En latinoamérica, gran defensora del lenguaje frente al dequeísmo, se procura evitar esa construcción, aunque a veces sea correcta. En España, rozando los límites de la incorrección, acertaríamos con informar de que algo ha sucedido, pero erraríamos en otras muchas. No es lo mismo, creo, errar en un leísmo o laísmo que en un dequeísmo.
ResponderEliminarDe todas formas, se agradecen estas discusiones, so bre todo si la razón al final la tiene Borges.
Puffffff, yo lo de los laísmos, leísmos, etc, es algo que llevo fatal. Aquí en Madrid los usamos como nos viene en gana y temo, constantemente, cometer esa falta en mis cuentos...¡corregidme por Dios!
ResponderEliminarSi habéis visitado o váis a visitar Madrid, fijáos en eso. Es un show vernos hablar... ¡Qué vergüenza!
Gabriel, cuando ya había mandado el comentario me di cuenta de lo mal que había leído el tuyo (me refiero a lo de barrer).
ResponderEliminarEn cuanto al dichoso "incomodar": en este caso "el libro" no es el objeto directo sino el sujeto de la oración: concuerda en número y persona con el verbo. Si lo pasamos a plural ("los libros") se ve afectado el número del verbo ("le incomodan). Lo que sí resulta más controvertido es determinar si ese "a ella" al que sustituye el pronombre "le" o "la" es un objeto directo de persona o un complemento indirecto. Por eso ponía el ejemplo en el anterior comentario de una frase de este tipo en plural: no suena demasiado bien decir "a María y Pepa los zapatos las incomodaban". Efectivamente si quienes incomodaran a María y Pepa fueran las alumnas ("las alumnas las incomodaban") suena ostensiblemente mejor, como bien dice el Panhispánico. En este caso, me reafirmo en utilizar el "le".
Pero tu reflexión final, Gabriel, no es baladí :-)
Abrazos.
Con lo que me gustan estas discusiones, me la perdí. Lástima. En cuanto a los "le" famosos, tras leer las explicaciones, creo que ambos usos serían aceptables, y reconozco que a mí me suena mejor "la", pero es oído.
ResponderEliminarCentrándome en el micro, esa criatura es diabólica. ¿No puede limitarse a decir, haré contigo lo que quiera? ¿Cualquier cosa que imagines, que imagine ella, que imagine alguien?
A este tipo de micros les digo, sube que te llevo, y me los llevo puestos, todo el día, y les doy vueltas y ellos me las dan a mí, y me encantan, me entusiasman, el pobre Dan Brown tendría que escribir 27 novelas para hacerme pensar la mitad.
Gracias Gabriel, maravilloso micro.