Abro mi baulito de herramientas, tomo el destornillador del abuelo Walter, con sus cachas de madera, con sus manchitas de sangre. Recuerdo a la abuela Doris, tan linda, tan bruja, tan llena de agujeros después. Lo empuño con fuerza y me acerco a la caja. Hay muescas en el borde, bajo la tapa, allí donde cada año apoyo el destornillador para hacer palanca y abrir la caja y mirar dentro y decir hola Doris y cerrar la tapa.
Este año Doris no está.
Me agacho tras dejar escapar un grito en blanco y tomo de nuevo el destornillador. Me acerco a la caja del abuelo Walter. Hay muescas en el borde, allí donde antes no había ninguna.
¡Anda! Me gustó, ya imagino a Doris, entrando a escondidas, en la intimidad de la noche... a la caja de Walter. Uffff Muy bueno.
ResponderEliminarUn saludo indio
Mitakuye oyasin
Inquietante. Muy inquietante. El ritual de abrir la tapa, decir hola y cerrar es inquietante. Y al final te quedas ahí, con el destornillador en la mano... y es terrorífico.
ResponderEliminar"Doris, tan linda, tan bruja, tan llena de agujeros después" Qué bueno.
Abrazos
Me gusta el tono general. Te he visto en el blog esquina-rota, por el que acostumbro a pasarme.
ResponderEliminarMira que te parece el que yo escribo hará dos años
francescbon.blogspot.com
Saludos, iré pasándome.
En todo ritual hay una cadencia del desquicio. Un matarile que se reitera incesante hasta que un día el objeto en sí se diluye, y uno cae en la cuenta - o no - que el ritual carece de fin. Reconozco todos esos destellos en el texto, además de otros elementos - esas "cachas", y esos "y" - que forman parte de tu andamiaje literario singular. Y otra vez, así, genial.
ResponderEliminarAbrazos.
Parece que Doris se ha saltado el ritual, y no me extraña.
ResponderEliminarMe gustó mucho el micro, los silencios, los agujeros, las muescas y las pausas, me gustaron las cosas pequeñas que parece que se repiten pero que no y que dicen tanto.
Me lo guardo.
Brutal, Gabriel, me encantó todo, desde el tono inocente del protagonista hasta ese final estremecedor que da sentido a toda la historia. Bravo.
ResponderEliminarEspeluzne made in Propílogo
ResponderEliminarMe recordaste a Faulkner. No vuelvas a hacerlo.
ResponderEliminarAbrazo sureño,
P
David, muchas gracias. A qué irá Doris, me pregunto.
ResponderEliminarAbrazo
Xesc, mil gracias. Esa era la pretensión, entre el terror y la extrañeza.
Abrazo
Francesc, muchas gracias. Pasaré a visitarte.
Saludos
Agus, mil gracias por el análisis de estilo.
Abrazo
Luisa, muchas gracias. Son esos detalles los que me entretienen.
Abrazo
Araceli, qué decir. Te lo agradezco.
Abrazo
Roxie, sí, un poco espeluznante tal vez.
Abrazo con una mano. En la otra tu libro.
Pablo, no sé. ¿Sí? Me enmendaré. O no.
Abrazo geoconfuso.