martes, 1 de febrero de 2011

Adicción


Estoy deseando colgar la bata en el laboratorio, introducir la llave en la cerradura para abrir la puerta del garaje. Anhelo cada día el gesto inconsciente de apoyar la mano en el borde de la portezuela al apearme del coche.
Me gusta cuando vas a pasear y no estás enfadada, porque al llegar me besas mientras te quitas el forro polar. Me vuelve loco sacarme los calcetines con un dedo apoyado en la tele vieja.
No sé qué tienen que ver el sufrimiento, el susto, con un placer extraño y oculto. Sólo sé que no es fácil confesar que soy adicto a la electricidad estática.



Dedicado a I.A., Faraday, Franklin y Tales de Mileto. En ese orden.

9 comentarios:

  1. Me encanta, hasta el final no desvelas el hilo conductor :)
    Abrazos eléctricos

    ResponderEliminar
  2. Claro, se lo dedicas a Faraday porque no has tenido que examinarte de asignaturas de electromagnetismo. Si no, otro gallo cantaría...
    :P

    ResponderEliminar
  3. Curiosa y peligrosa adicción. Pasar del simple cosquilleo a la droga dura de la electrocución puede ser más fácil de lo que imagina.

    ResponderEliminar
  4. Me gustaría haber estudiado más a Faraday y Frankiln para saborear más los matices ocultos que esconde esta pieza. Pero con lo que intuyo y con las pistas que me da Tales, te diré que me encanta. Incluso, todo aquello que se me escapa, lo hace más atractivo.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  5. Una parafilia muy electrizante. A partir de ahora creo que miraré de otra forma a la gente cuando me dé la mano y salte una descarga por la electricidad estática, quizá me excite al recordar este texto...

    ResponderEliminar
  6. Claro que sí, el placer está en las pequeñas cosas... Una duda me corroe: ¿Se puede alterar el orden de la dedicatoria?
    Abrazo con amianto

    ResponderEliminar
  7. Otro micro que me entusiasma, Gabriel. Me preguntó por qué será (claro, con la sana intención de dar con una clave que me permita reproducir la cosa, quizás industrializarla y/o neoliberalizarla) y entonces me respondo a mí mismo: no analices y disfruta. Una hermosa lección que me doy a través de tu literatura.
    Gracias.
    Un abrazo,
    PABLO GONZ

    ResponderEliminar
  8. Ja ja ja ja ja Esta simpático. De niño jugaba a frotar el boli y atraer papelines.

    ResponderEliminar
  9. Anita, gracias. Es que la chispa siempre salta en el último momento.

    Marina, Faraday es chachi, como el vaso de agua después del chocolate.

    Araceli, cierto. No sé si conocerse es efectivo para poner el freno a la necesidad de querer más.

    Agus, tal vez no sea necesario profundizar demasiado. Todos ellos tuvieron que ver con la electricidad estática, pero nada más.

    Manu, las parafilias moderadas tienen un no sé qué.

    Agustín, el orden es el orden, primero el interés y luego la antigüedad.

    Pablo, mil gracias. A veces, un micro sin pretensiones sólo quiere conectar, encontrar puntos en común.

    Manolo, tiempo ha. Yo tambié jugué así. Y ahora mírame, buscando amperios...

    ResponderEliminar