Sackleby Mundersling abrochó con mimo los botones de marfil de su chaleco mientras tarareaba un breve responso. Hecho esto, alzando el mentón y estirando el cuello, anudó su pajarita de los sábados, la que le había regalado Lady Brumber; elegante y suave, como la pajarita.
Impecable en su traje de tweed, se dirigió a la biblioteca y repasó los sobres lacrados que contenían el pago de sus trabajos recientes. Tomó su maletín de encima de la mesa y echó un último vistazo a la pizarra de tareas:
“Visitar diácono por su cumpleaños.
Comprar jengibre.
Recoger partituras de casa del luthier.
Degollar Lady Jane.
Paseo con Lady Brumber”.
Cerró los ojos y respiró hondo. ¡Cómo odiaba visitar al diácono!
Impecable en su traje de tweed, se dirigió a la biblioteca y repasó los sobres lacrados que contenían el pago de sus trabajos recientes. Tomó su maletín de encima de la mesa y echó un último vistazo a la pizarra de tareas:
“Visitar diácono por su cumpleaños.
Comprar jengibre.
Recoger partituras de casa del luthier.
Degollar Lady Jane.
Paseo con Lady Brumber”.
Cerró los ojos y respiró hondo. ¡Cómo odiaba visitar al diácono!
Un nuevo micro de corte anglo bien conseguido. Trasuda Dickens y/o Wilde. Buenas influencias. Me encanta leer este tipo de obras.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por escribir,
PABLO GONZ
Es como Dexter, pero a lo británico (bueno, salvando el hecho de que tu personaje es un asesino a sueldo y al otro no le pagan por matar).
ResponderEliminarUn saludo!
Es increíble. Me ha gustado. Si no te importa, te lo voy a coger para mi sección Microinvitado del viernes de la semana que viene. Espero tu respuesta.
ResponderEliminarBlogsaludos
Creo que voy a tener que hacer un apartado para los británicos trisílabos que me van saliendo. Gustosamente sometido a la recomendable influencia de Saki, reconozco que me divierto más con estas gamberradas.
ResponderEliminarGracias por los comentarios.
Adivín, gracias por la invitación. Un placer.
Saludos a los tres.
P.