El sábado se presentó en Madrid la última antología de microrrelatos. Esta vez, de mano de la editorial Talentura, los antólogos han sido Rosana Alonso y Manu Espada, que han reunido a 69 autores y 138 microrrelatos.
Todos pertenecemos, en cierto modo, a la llamada Generación Blogger, que ha crecido inmersa -o rozando- el momento en el que los blogs invadieron el género del microrrelato, o viceversa.
El acto tuvo lugar en la Casa de León, y estuvo precedido por la presentación del libro de Susana Camps, Viaje imaginario al archipiélago de las Extinta, a cargo de Rosana Alonso.
Los eventos se desarrollaron al mismo tiempo que la III Quedada microrrelatista, masiva, amistosa y divertida, en la cual se dieron cita practicantes y aficionados del género.
El fin de semana fue realmente intenso. El viernes nos reunimos unos cuantos en Los Diablos Azules, departimos largo y tendido sobre las cosas que nos interesan, y abocamos nuestro futuro inmediato al ibuprofeno del día siguiente.
El sábado por la mañana conseguí leer el periódico casi entero, aprendí que incluso en El País los editoriales hablan de gónadas cuando quisieran decir otras cosas y me reencontré con viejos y nuevos conocidos.
De la comida posterior y los efectos de la reunión hablarán largo y tendido otros blogs. Yo sólo diré que perdí la voz de tanto charlar con gente estupenda, interesante -o las dos cosas-, como Jaime Sastre, Juan Naranjo, Daniel Gallego, Marina de la Fuente, Rosana Alonso, Alberto Corujo, Susana Camps, María Paz Ruiz, Nacho Rubio, Isabel González, Mariano Zurdo, Ana Vidal, Lola Sanabria...
En la Casa de León nos acogieron largamente, y de allí pasamos a un bar-farmacia, donde el cuchillo del jefe dibujaba en el aire tenebrosas cabriolas, y en su cara un reconfortante rictus al más puro estilo Delicatessen. Pastoreados por la fregona de su señora, salimos de allí a las tantas, y luego vaya usted a saber.
De izquierda a derecha, Agustín Martínez Valderrama, yo, Alberto Corujo
En Atocha pueden comprarse lecturas interesantes