jueves, 3 de mayo de 2012

Stock



Se entrenaban para estar muertos; un, dos, tres, ictus; hop, hop, tiro en la sien. Al sonar el silbato se levantaban y trabajaban en grupo para escenificar una guerra civil, o una buena epidemia; lo que dijera el míster. Luego, las hordas nonatas, prorrogadas, volvían a sus nidos, a esperar la llamada a filas, conminadas a una vida rápida antes de que acabara el mundo, para ir vaciando ese enorme almacén de todas las almas pendientes

4 comentarios:

  1. Desconcertante imagen ese almacén lleno de almas a la espera de nacer...

    Saludos desde el aire

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  2. El fútbol - la vida - es así. Me gusta el ritmo - hop, hop -, el símil - míster - y el tono, o mejor dicho, la actitud. La historia se parece mucho a la nuestra, o quizá es la nuestra. Veo a Rulfo detrás. Otra vez, otra vez. Sí, genial.

    Abrazos.

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  3. Voy a hacer una cosa. Cuando no me guste algo de lo que escribas, te lo diré. Así me ahorro comentar lo mismo de siempre en cada una de tus publicaciones. En fin, éste puede ser mi último comentario en tu blog.

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  4. Rosa, gracias. Me gusta lo de desconcertate, porque pensar en esas cosas suele dar ese resultado.
    Abrazos desde el suelo.

    Agus, ya sé que te gusta lo del hop, hop. Tú me animaste a volver a usarlo. Lo de Rulfo no se te va a curar, pero es benigno.
    Abrazo

    Budo, buf. Buf. Qué decir. Comentarios así no se consiguen cualquier día. A ver cuándo te dejas ver y te los pago en cañas.
    Saludos

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