La idea del suicidio
es un enorme gato suave.
Se deja acariciar,
te murmulla un placer
grave y definitivo.
Luego se va
y te deja con la mano
en el aire,
vacía y pensativa.
Y vuelve otro día
el suicidio felino
y acomoda su lomo
bajo tu mano -que ya es su mano-
y se la pone en el lomo
cuando quiere,
porque eres suyo.
Eres el suicida intermitente
de un gato que viene y va.
Malvivir
es la ausencia del gato
y el olor de su pis
en tus pantalones.
Sobrecogedor, y muy gráfico.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte
El suicidio es un amigo que te deja colgado en plena cita.
ResponderEliminarSaludos
La gata en celo maulla escandalosamente al gato, provocandolo, y este a su vez marca todos los rincones en su derredor, con su intenso olor a pis, a amoniaco, a mi pis, en mis pantalones.
ResponderEliminarGracias Propilogo.
Hermosamente inquietante
ResponderEliminarGracias, Gemma, Nel, Petrus, Pablo.
ResponderEliminarAbrazos
Propilogazo de los tuyos. Que aunque parezca que no, paso por aquí de vez en cuando.
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