Microrrelatos, desahogos y otras necesidades básicas.
viernes, 9 de diciembre de 2011
Urgencia
Se me cruza un coche. La madre conduce histérica. En el asiento de atrás, la abuela, con el niño en brazos, me mira triste y tranquila. Sólo ella y yo sabemos que ya es tarde.
Buff, Gabriel, me ha dado un escalofrío. La abuela tiene la resignación que dan los años. Y esa tranquilidad remueve por dentro porque, uno no sabe bien qué pensar. Menos mal que has escrito "triste" también, para inclinar la balanza.
A lo mejor puedes eliminar la primera frase. "La madre conduce histérica" es una frase de arranque genial.
Muy bien plasmado el momento de resignación, cuando ya nada depende de nosotros. De una manera tranquila, sin alarmismo describes esa situación al límite.
Reflejas a la perfección el fotograma del último instante, esa fracción infinitesimal antes del fin. Y eso siempre es muy dificil.
Si me permites el atrevimiento - si me lo permite también Jesus - te diré que a mí la frase que me distrae es la segunda: "La madre conduce histérica". Por un lado acentúas el contraste de ritmos, pero por otro lado me parece que el micro pierde velocidad, como si abrieras un pequeño paréntesis entre la sucesión lógica de la secuencia: cruce y choque.
Menudo fotograma. Si como creo es la muerte quien habla, supongo que, además, el coche "se le cruza" accidentalmente, como si no estuviera previsto que pasara hoy por la azada. Eso daría más potencia aún a la mirada instantánea de la abuela. Un relojito suizo de alta precisión. Abrazos.
Me imagino las emociones del protagonista. Enfado por la maniobra del coche, curiosidad por lo que ocurre, compasion por lo observado, resignacion y retorno a la realidad, la vida continua. Y todo ello con menos palabras que he utilizado yo.
Yo he hecho una primera interpretación muy sencilla, no he pensado que el narrador fuera la muerte. He pensado en mí misma cruzándome con ese coche y la mirada de la anciana. Luego al leer los comentarios he pensado que el narrador sea la muerte, y también veo que alguien ha interpretado un choque. Las tres dejan escalofrío, que es la potencia de este micro, tan micro y tan de punch. Yo me quedo con mi primera lectura.
Aclaro que yo he pensado que la madre conduce histérica porque lleva al niño enfermo grave al hospital... Me da que lo mismo nadie más ha pensado esa posibilidad.
Vaya, pues yo tengo un mix... como Roxie he interpretado que conducía histérica porque al niño le ocurría algo, pero para mí el narrador es el conductor y averigua que ya es tarde al mismo tiempo que la abuela. ¿Quién da más en un micro tan cortito? Interpretaciones al margen, el texto es genial, un comprimido de esos que prometen fuerza bruza en cuanto te lo tragues. Felicidades y abrazos
Yo también soy de la idea de la muerte, pero lo de que la abuela lleve al niño en brazos despista un poco. En los tiempos que corren de las sillas de seguridad, claro. El escalofrío está ahí, desde luego Abrazos
Me permito después de tanto tiempo comentar tu micro. Lo leí en su momento y ya no pude por falta de tiempo. Luego se me cayó de la memoria. Hoy la recuperé. A mi me gusta como está. Si quitamos la primera frase vería más clara la interpretación del narrador-muerte. Con el inicio que tiene yo me decanté por una interpretación del tipo Roxie. La vi más clara incluso con el sin sentido que puede suponer ver tan claramente a una velocidad de vértigo y a través de un cristal tantas cosas en la mirada fugaz de la abuela. ¿Se podría sin embargo fundir las dos frases en una sola? ¿Qué ganaríamos con ello? ¿Y qué tal "resignada" en lugar de "tranquila"? Con lo de tranquila yo no intuyo choque por ningún lado y funcionaría bien sin embargo para ambas interpretaciones. Claro que, sólo es un atrevimiento en forma de sugerencia o al revés. Fenomenal micro. Fenomenal blog.
Jesus, gracias. Tal vez tengas razón. Tal vez fue demasiado autobiográfico no presté atención a una visión menos involucrada. Abrazo
Indio, cuando ya nada depende de nosotros, exacto. Eso lo da la edad. Saludos
Agus, te digo como a Jesus. Me temo que me precipité al escribirlo. Me pareció una escena impresionante y más que relatarla la conté. Abrazo
Susana, no es la muerte la que habla, sino yo. Aunque sí me sentí como la muerte, por saber, por ver... Abrazo
Petrus, ¿te lo conté? Suena como si lo hubieras visto. Saludo, venga, venga, zurito.
Roxie, pues sí, tu lectura es la más parecida a la mía. Terrible de todas formas. Abrazo
Rocío, muchas gracias. Sorprende que puede haber diversas interpretaciones, y reconforta que el fondo, el dolo, sigue ahí. Abrazo
Maite, sí, ya. ¿Y tiempo? Se gradece, de verdad. Abrazo
Anita, a veces hay aspectos prácticos que despistan. La escena es real. Sin silla, sin padre. Una madre al volante y una abuela resignada. Abrazo
Xesc, gracias por comentar. Resignada es una buena palabra, aunque tal vez se haya inclinado hacia un plano más práctico, menos de sentimiento, de muerte. Saludos
Buff, Gabriel, me ha dado un escalofrío. La abuela tiene la resignación que dan los años. Y esa tranquilidad remueve por dentro porque, uno no sabe bien qué pensar. Menos mal que has escrito "triste" también, para inclinar la balanza.
ResponderEliminarA lo mejor puedes eliminar la primera frase. "La madre conduce histérica" es una frase de arranque genial.
Abrazos
Muy bien plasmado el momento de resignación, cuando ya nada depende de nosotros. De una manera tranquila, sin alarmismo describes esa situación al límite.
ResponderEliminarEnhorabuena Gabriel.
Un saludo indio
Reflejas a la perfección el fotograma del último instante, esa fracción infinitesimal antes del fin. Y eso siempre es muy dificil.
ResponderEliminarSi me permites el atrevimiento - si me lo permite también Jesus - te diré que a mí la frase que me distrae es la segunda: "La madre conduce histérica". Por un lado acentúas el contraste de ritmos, pero por otro lado me parece que el micro pierde velocidad, como si abrieras un pequeño paréntesis entre la sucesión lógica de la secuencia: cruce y choque.
Enhorabuena.
Abrazos.
Menudo fotograma. Si como creo es la muerte quien habla, supongo que, además, el coche "se le cruza" accidentalmente, como si no estuviera previsto que pasara hoy por la azada. Eso daría más potencia aún a la mirada instantánea de la abuela.
ResponderEliminarUn relojito suizo de alta precisión.
Abrazos.
Me imagino las emociones del protagonista. Enfado por la maniobra del coche, curiosidad por lo que ocurre, compasion por lo observado, resignacion y retorno a la realidad, la vida continua. Y todo ello con menos palabras que he utilizado yo.
ResponderEliminarGracias por otro inmenso micro.
Yo he hecho una primera interpretación muy sencilla, no he pensado que el narrador fuera la muerte. He pensado en mí misma cruzándome con ese coche y la mirada de la anciana. Luego al leer los comentarios he pensado que el narrador sea la muerte, y también veo que alguien ha interpretado un choque. Las tres dejan escalofrío, que es la potencia de este micro, tan micro y tan de punch.
ResponderEliminarYo me quedo con mi primera lectura.
Abrazos y enhorabuenas
Aclaro que yo he pensado que la madre conduce histérica porque lleva al niño enfermo grave al hospital... Me da que lo mismo nadie más ha pensado esa posibilidad.
ResponderEliminarVaya, pues yo tengo un mix... como Roxie he interpretado que conducía histérica porque al niño le ocurría algo, pero para mí el narrador es el conductor y averigua que ya es tarde al mismo tiempo que la abuela.
ResponderEliminar¿Quién da más en un micro tan cortito?
Interpretaciones al margen, el texto es genial, un comprimido de esos que prometen fuerza bruza en cuanto te lo tragues.
Felicidades y abrazos
más por favor...
ResponderEliminarYo también soy de la idea de la muerte, pero lo de que la abuela lleve al niño en brazos despista un poco. En los tiempos que corren de las sillas de seguridad, claro.
ResponderEliminarEl escalofrío está ahí, desde luego
Abrazos
Me permito después de tanto tiempo comentar tu micro. Lo leí en su momento y ya no pude por falta de tiempo. Luego se me cayó de la memoria.
ResponderEliminarHoy la recuperé.
A mi me gusta como está. Si quitamos la primera frase vería más clara la interpretación del narrador-muerte. Con el inicio que tiene yo me decanté por una interpretación del tipo Roxie. La vi más clara incluso con el sin sentido que puede suponer ver tan claramente a una velocidad de vértigo y a través de un cristal tantas cosas en la mirada fugaz de la abuela. ¿Se podría sin embargo fundir las dos frases en una sola? ¿Qué ganaríamos con ello?
¿Y qué tal "resignada" en lugar de "tranquila"? Con lo de tranquila yo no intuyo choque por ningún lado y funcionaría bien sin embargo para ambas interpretaciones. Claro que, sólo es un atrevimiento en forma de sugerencia o al revés.
Fenomenal micro. Fenomenal blog.
Jesus, gracias. Tal vez tengas razón. Tal vez fue demasiado autobiográfico no presté atención a una visión menos involucrada.
ResponderEliminarAbrazo
Indio, cuando ya nada depende de nosotros, exacto. Eso lo da la edad.
Saludos
Agus, te digo como a Jesus. Me temo que me precipité al escribirlo. Me pareció una escena impresionante y más que relatarla la conté.
Abrazo
Susana, no es la muerte la que habla, sino yo. Aunque sí me sentí como la muerte, por saber, por ver...
Abrazo
Petrus, ¿te lo conté? Suena como si lo hubieras visto.
Saludo, venga, venga, zurito.
Roxie, pues sí, tu lectura es la más parecida a la mía. Terrible de todas formas.
Abrazo
Rocío, muchas gracias. Sorprende que puede haber diversas interpretaciones, y reconforta que el fondo, el dolo, sigue ahí.
Abrazo
Maite, sí, ya. ¿Y tiempo? Se gradece, de verdad.
Abrazo
Anita, a veces hay aspectos prácticos que despistan. La escena es real. Sin silla, sin padre. Una madre al volante y una abuela resignada.
Abrazo
Xesc, gracias por comentar. Resignada es una buena palabra, aunque tal vez se haya inclinado hacia un plano más práctico, menos de sentimiento, de muerte.
Saludos
Las abuelas siempre han conservado el don de la visión. Resulta escalofriante el texto, sí.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz año!
Con pocas palbras has desarrollado un relato completo. Feclicitaciones
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