Y nada más existió hasta el próximo tren, que llegó puntual, como siempre, mañana, a primera hora, cuando el sol volará somnoliento iluminando este desierto cabrón con su párpado invertido. Y luego vuelve ella con su bandeja tintineante. Un vaso con zumo y un café con leche que nunca se cayó una vez y siempre estará en equilibrio. Salvo el día en que caerá.
Ese día fue diferente. Me susurró al oído, yo salté de alegría y la acaricié; cayó el vaso y reímos.
Luego todo fue mal y será mal en la estación donde los trenes pasaron da igual cuándo.
Que manera de jugar con el/los tiempo/s... :)
ResponderEliminarArriesgas y ganas. Y en tu vaivén de tiempos antagónicos y furibundos, hallo más verdad que en la sucesión lineal de un tiempo que al final no existe. Y si lo hace, debe ser tal y como tú lo cuentas. Genial.
ResponderEliminarAbrazos.
Estoy de acuerdo con Agus, hay que arriesgar y contar de otra manera y me parece que el final es perfecto:Luego todo fue mal y será mal en la estación donde los trenes pasaron da igual cuándo.
ResponderEliminarPorque lo que importa es lo otro, esos dos, ella y sus risas, todo lo que hace que el tiempo sea relativo
Un momento irrepetible permanece suspendido en el horizonte, como ese sol de párpado invertido -magnífica imagen-, ajeno al tiempo. Fue, es y será lo que no ha sido y nunca dejará de ser. Un momento sublime. Una grandísima putada.
ResponderEliminarY un gran relato.
Viajeros al tren...
Además de lo de los tiempos que comentan más arriba, me encanta lo del "párpado invertido". Me encantó esa imagen. Un abrazo y suerte en la próxima.
ResponderEliminarBueno, muy bueno.
ResponderEliminarSe merece una San Miguel en botella y una caña tostada.
Tú por gusto, yo porque me gusta
Entra uno a gusto siempre aquí. Con expectativas que se cumplen.
ResponderEliminarMe gusta mucho el antagonismo de las frases de tu texto, pero sin duda, lo que más me ha gustado, son los tiempos verbales contrapuestos. Genial. Un abrazo.
ResponderEliminarPues yo siento discrepar, Gabriel. Mezclar los tiempos en esa primera frase lo único que me produce es una sensación de incoherencia que me hace releer la frase. Sé que el texto pretende destilar melancolía y tal, pero todo me resulta demasiado confuso y no termino de entender nada de este experimento. Lo siento. Supongo que todo depende del lector que se asome a este cuento, pero yo te dejo mi opinión....
ResponderEliminarUn beso
:)
Enigmático juego de tiempos y saltos temporales. Me gusta.
ResponderEliminarGracias a todos por los comentarios.
ResponderEliminarNo sé si ha sido un acierto o todo lo contrario. La estructura de este micro nace como respuesta a una primera frase que a mí me chocaba bastante. A mí se me hacía muy raro usar "próximo" con un verbo en pasado. Yo habría usado "siguiente", a pesar de que la frase iba a perder musicalidad.
De una frase que chocaba decidí hacer un micro que chocara, utilizando todos los tiempos verbales cambiados, menos aquellos en los que ella aparece. De este modo pretendía que que el orden, el tiempo, la congruencia, perdieran importancia en todos los momentos en los que no estaba ella. Sin más.
Abrazos
Gabriel
Aunque las palabras y los tiempos verbales aparezcan cambiados, lo que no cambia es la falta de encuentro y entendimiento entre ambos, significado que logras transmitir desde la estructura misma de la pieza. Muy surrealista de cabo a rabo (o de rabo a cabo, según).
ResponderEliminarBesos
Me gusta mucho lo que has hecho y que he entendido que lo hacías por eso, para salvar la frase ReC. Un ejercicio estupendo que como dicen, ganas tu (y ganamos todos como diría hacienda)
ResponderEliminarAbrazo