Se han roto las redes. El mar está plagado. Flotan mecidas en un bosque de piernas jubiladas, lamen los tobillos de los niños.
En una desordenada labor comunitaria, viejos y chiquillos las retiran hasta los bidones de la orilla, donde agoniza esa masa inerme de baba viva.
Las medusas, sin embargo, no saben trabajar en manada. Sólo las más grandes arrastran de cuando en cuando algún niño pequeño al fondo y lo muestran como trofeo.
¡Bienvenido Gabriel! Jolín, con el mal rollo que me dan las medusas... Tu micro me ha dado bastante repelús, pero me alegra tenerte de vuelta.
ResponderEliminar¿Qué tal el verano (además de corto)?
Estupendo ejemplar de bestiario veraniego.
ResponderEliminarBienvenido de regreso!
Abrazos
Sí, es curioso esa solidaridad "desordenada" entre los bañistas los días de asueto y plagas. Aunque es más curioso la forma en la que luego desaparece. Algo así como tu niño. Tiraste del hilo de forma muy particular. Bravo.
ResponderEliminarAbrazos.
La imagen desde la perspectiva de las medusas es impagable. Esas piernas jubiladas y los niños por ahí!!!
ResponderEliminarQué pena que las medusas no aprendan a ser selectivas y se lleven a según quiénes al fondo del mar. Estaría bien. ¿O no? jeje
ResponderEliminarUn saludo indio
Me ha gustado ver de la misma como lo hacen las medusas.
ResponderEliminarBesitos
Y tan bonitas que lucen las medusas cuando se mecen en el agua...
ResponderEliminarBienvenido
Tres apuntes muy breves sobre tres aspectos muy certeros:
ResponderEliminar1- La zozobra que provoca la imagen final del niño arrastrado, que, no sé por qué, me parece, paradójicamente, plástica y bella.
2- El uso del lenguaje y del ritmo: impecables.
3- Detalle más inadvertido pero para mi genial: la identificación indirecta de los humanos con "una manada", que los animaliza. Quizás por eso hasta me resulte conmovedor imaginar al niño en la belleza líquida del fondo del mar.
Me he dejado un punto: bienvenido de nuevo. Siempre es un placer leerte, aunque no siempre encuentre momentos para comentar. Por si no lo leíste en mi blog, lo vuelvo a decir aquí: aquel micro ("Recetas") que dejaste en el blog de Alberto es una pieza de antología.
Abrazos.
Cómo me gustan los bestiarios!
ResponderEliminarBienvenido
Un abrazo
Como han dicho por ahí arriba, qué bonitas en los documentales y qué asco en la playa, tanto que yo no participaría de esa solidaridad y me largaría de la playa.
ResponderEliminarUn bestiario, dices???
Las medusas o los bañistas cazadores???
Me gusta esta especie de prosa poética que utilizas para describir una imagen cruenta. El mar anda revuelto, también por mis escritos. Abrazos de bienvenida ;)
ResponderEliminarNaturaleza enfrentada. No hacen falta colmillos para desgarrar el orden aparente de las cosas. Al otro lado de la brecha abierta aguarda el terror, reptando en lo profundo.
ResponderEliminarGran trabajo.
¡Por fin! Ya estaba pensando que te habías ahogado. Vale, lo de las medusas que raptan niños muy bien pero HAY INVENCIÓN en eso de las piernas jubiladas. Y eso es LITERATURA con mayúsculas.
ResponderEliminarHala, adiós.
PABLO GONZ
Gracias, Marina. A mí tampoco me gustan demasiado las medusas. El verano corto e intenso. Y muy poco productivo en el plano literario. Hasta ayer, claro.
ResponderEliminarJesus, gracias. Son buenos ejercicios, los bestiarios.
Abrazo
Agus, también tengo la foto de la gente recogiendo medusas. No la he puesto porque son todo abuelas de Janine... Se vivía un ambiente medio anarcosindicalista...
Abrazos
Monte, las medusas no tienen ojos. En caso contrario, se habrían ido ellas solas.
David, seguro que se llevan a alguien y no nos enteramos. Confío en que sea así. Podemos hacer una lista...
Saludo
Elysa, un placer. Siempre es entretenido jugar con las perspectivas.
Abrazos
Araceli, es cierto, lucen bien, pero a distancia. Probé a bucear con las gafas y mirar una medusa desde abajo... y no me sentí nada cómodo (supongo que ella tampoco, desvelando refajos).
Gracias por pasar.
Abrazo
Iván, mil gracias por el análisis. Sueles dejarme sin palabras, pero muy contento.
Abrazos
Patricia, muchas gracias. Intentaré hablar más de bichos, que me gustan mucho.
Luisa, estamos de acuerdo. Los bañistas también somos animales, aunque las medusas llegan a la playa medio muertas, creo que no es una gran masacre en realidad.
Maite, gracias por la visita. Voy a tu blog a leer un rato.
Abrazo
Alb, muchas gracias. Qué curioso es lo profundo del mar (a partir de los 30 cm) y qué miedos extraños al bucear, al dejarte rozar por un alga... La evolución llevó a los bichos fuera del mar por puñetero miedo.
Abrazo
Pablo, ya sabes que la mala hierba flota, o la sacan a flote. Te agradezco que repares en esos detalles. Es cierto que últimamente disfruto más con la forma.
Abrazos morenos y exhaustos
Hay algo ahí, hay texturas en esta historia, hay una atmósfera. Como de costumbre. Me quedo con eso de "baba viva."
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