“Esta noche apenas he dormido. Pensaba en unas cosas, y luego en otras. Después no recordaba qué había pensado sobre las primeras. El insomnio es, sin duda, una actividad productiva. Como la tos tuberculosa. Recientemente caí en la cuenta de que tengo una almohada tan dura y tan gruesa que en ocasiones parece que es la pierna de alguien.”
Es un lujo leer textos así, por lo que tienen de intimistas y, a la vez, de arriesgados. Hoy, me recuerdas a Hopper. En la mirada, y en su osadía por los márgenes. Precisamente, para no deambular por ninguno de ellos. Nunca, jamás, como tú.
ResponderEliminarBueno, y lo siguiente.
Abrazos.
No había advertido que Wurlington formaba parte de una serie hasta que he pinchado en la etiqueta. Coincido con Agus en lo de intimista y arriesgado. Esculpir semejante personaje a golpe de micros es una iniciativa excepcional. Y el resultado deslumbrante, en mi opinión.
ResponderEliminarAbrazos
O el falo de un gigante. Virgen santa...
ResponderEliminarMuy bueno. Seguiré pasando, quiero saber sobre ese personaje.
ResponderEliminarUn saludo
Agus, gracias por la comprensión. Viniendo de ti, me preocuparé lo justo.
ResponderEliminarAbrazo
Susana, mil gracias. Wurlington es de la familia. Va a su aire, pero cumple.
Abrazo
Alb, bien, bueno... tú mismo; si no eres de esos que ahuecan la almohada a golpes.
Natalia, muchas gracias. Bienvenida. Wurlington volverá, seguro.
Saludo