Irvington Echechipía ha visto un tornillo en el piso. A decir verdad, ha encontrado la cabeza del tornillo; una cabeza plana, con raya en medio, ajustada a ras del suelo, perfecta. Con el destornillador viejo, el de cachas de madera, Irvington comienza a desenroscarlo.
Poco a poco, en el sótano de su casita junto a la Plaza Artigas, en Durazno, Irvington Echechipía extrae del piso el tornillo más largo del mundo.
Al mismo tiempo, en Jindo, Corea del Sur, en su casita de tejado azul, el joven Gin Gigong observa las burbujas mientras el agua escapa de su bañera por el agujero más largo del mundo.
Si sigues escribiendo así, no me extraña que te quieran subastar el catorce de mayo
ResponderEliminarHaremos que nos cuente un micro tras otro y decidiremos como se hacía con los gladiadores en Roma.
ResponderEliminarLe perdonamos la vida mientras nos siga complaciendo su último micro y cada ratito que nos tenga en vilo como en Las 1001 noches... ay, pobre Propílogo, la que le hemos "armao".
ResponderEliminarEl micro, estupendo :-)
Yo de momento me quedo con este micro bien atornillado.
ResponderEliminarabrazos sin agujeros.
Qué pequeño es el mundo: con tornillos como alas de mariposa, pero muy bien ajustados...
ResponderEliminarCuánto lamento no poder participar de esta justa del 14, será un placer escucharte.
ResponderEliminarEste micro: impecable.
(Veré si encuentro un agujerito en Córdoba que desemboque en Madrid)
Claro, en Corea, porque si hubiese sido en Nueva Zelanda el tornillo habría tenido que atravesar el centro de la tierra donde se supone que el calor... O sea, me haces pensar este tipo de cosas, que sólo se pueden abordar con una sonrisa. Soy absolutamente partidario del mestizaje de tus historias muy british con las muy vascas.
ResponderEliminarDiez abrazos para los próximos diez días,
PABLO GONZ
Está claro que en este micro hay leyes físicas y dinámicas. Y efecto o desafecto mariposa. Genial.
ResponderEliminarAbrazos.
Es lo que tienen los tornillos y las alas de mariposa, que parece que van por libre, pero a la hora de la verdad no se parecen en nada. O sí.
ResponderEliminarUn abrazo
Habría que reivindicar el tornillo que siempre va muy bien peinado.
ResponderEliminarBuenísimo, me ha encantado este texto. Un abrazo.
ResponderEliminarCómo me gustan estos micros físicoteóricofilosóficos pero sobre todo made in Gab, únicos e intransferibles.
ResponderEliminarFehaciente demostración de que el mundo entero puede caber en cuatro líneas magistralmente dispuestas. Y si alguien seguía candorosamente pensando que al mundo no le faltaba un tornillo, he aquí el documento histórico que lo demuestra :-)
ResponderEliminarUn queso y un brazo.
Qué bueno. Es que lo he visto, he visto ese tornillo atravesando toda la Tierra.
ResponderEliminarAhora que lo pienso, no sé si prefiero ser Irvington o Gin.
El tornillo con ralla en medio, un tornillo elegante.
ResponderEliminarFer, gracias por pasar. Será un sorteo en el que la gente querría tener menos boletos.
ResponderEliminarLuisa, sería un placer, sin duda.
Ro, nos hemos reído, eso sí. Mil gracias.
Lola, atornillao y "preto".
Abrazos a falta de una semana.
Susana, esta vez la mariposa eligió el camino más corto...
Patricia, habrá más encuentros y más oportunidades. El mundo está lleno de tiempo. Abrazo enorme.
Pablo, hay páginas web que te calculan las antípodas de donde quieras, aunque las de Durazno caen un poco en el agua...
Abrazos ansiosos.
Agus, qué cosa, lo de la mariposa. Nunca le he hecho mucho caso al asunto, y aquí me lo he encontrado sin querer.
Bicefa, la verdad es que un tornillo que atraviese el mundo puede parecerse a cualquier cosa.
Abrazo
Ibán, bienvenido. Lo del tornillo peinado lo recuerdo de Mafalda, hace ya miles de años.
Manu, mil gracias. Nos vemos en breve.
Abrazo
Roxie, generosa como tú misma.
Que venga un mecánico, a ver si lo puede arreglar.
Abrazo gordo.
Alb, fehaciente; qué chulo. Si sólo le faltara uno... pero, entre la chatarra y el sabotaje...
Abrazo.
Araceli, muchas gracias. Puestos a elegir, te recomiendo del Uruguay. EL nombre de Gin lo saqué traduciendo "Poro Largo" al coreano. De verdad.
Budo, gracias. Los tornillos son elegantes casi siempre. Y los destornilladores, aunque yo soy más de Gin tonic...
Saludos
Llego tarde pero no puedo evitar un aplauso jeje. Uno sabe cómo empiezan las cosas (uy un tornillito, voy a sacarlo) pero no como acaban (era el más largo del mundo) jeje
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Saludillos (yo ya he comprado un boleto para tu sorteo del sábado jeje)
Muy buen micro, Gabriel. Me gustan mucho las historias sobre correspondencias, en el fondo una manifestación más del ansia de sentido que sentimos los hombres...
ResponderEliminarUn abrazo
Divertidísimo y desconcertante. He llegado a tu sitio a través de un comentario que dejaste en el blog de Acuática.
ResponderEliminarUn placer leer este micro.