sábado, 23 de abril de 2011

Eleven Holy Numbers

El jueves fuimos a visitar a Theo Jansen. Había visto antes sus creaciones, pero busqué más a partir de la entrevista a Sara Mesa en El Síndrome Chéjov.
Jansen es un gran inventor, un gran ingeniero y un gran tipo. Ahora también es amigo de mi hijo.


PD: Este blog cumple hoy doce meses. Desde el primer comentario, de Marina, hasta el último, de Torcuato, el blog se ha hecho mayor gracias a los que habéis ido cayendo por aquí.
Y yo sigo aprendiendo.
Muchas gracias a todos.

viernes, 15 de abril de 2011

Crossroads


Johnson Fenderby Roberts tomó con su negra mano la guitarra apoyada en la pared. Oyó el tap tap de la baldosa floja y no pudo resistirlo. Bajo la baldosa estaba el agujero, y Johnson Fenderby Roberts acercó la oreja y escuchó la oferta.
Esa noche se plantó en el cruce de caminos dispuesto a firmar.
Lo atropellaron dos camiones. Uno venía del norte y otro del oeste. Uno traía whisky, y el otro, hielo. Los dos conductores murieron, y Johnson Fenderby Roberts se emborrachó para siempre.



Os dejo unos días, para que descanséis.
No sé si publicaré en el blog, pero tengo intención
de escribir mucho. Me voy a la caza de la strandbeest,
para abrazarme a una de sus patas y decirle ¡yihaaa!
Para estar con mi familia y leer cuentos a mis hijos,
y decirles "capítulo uno" y que me digan "¿en el que qué?"

miércoles, 6 de abril de 2011

No sé yo si no te odio, oye.

Creo que me haría muchísima ilusión que murieras irremediablemente. Digo que creo, porque en parte estoy seguro de que no es así. Descubro que mi mente se permite concebir dos ideas opuestas al mismo tiempo, aunque está obligada a dar más peso a una que a otra. Sé que no me hace ilusión que mueras irremediablemente, porque he sufrido otras muertes cercanas y, si bien alguna no me ha dolido, recuerdo que ninguna me alegró.
De todos modos, te recomiendo prudencia. Basta un poco de fe para convertir cualquier creencia en una seria convicción. Asimismo, la seguridad no empírica puede muy bien tornarse simple creencia. Tras lo cual, si empiezo a estar seguro de que me hace mucha ilusión que mueras irremediablemente, iré, poco a poco, creyendo que tal vez no sea así. Será entonces cuando no me importe si el hecho se convierte o no en irremediable.